Mal momento el elegido por un remisero de 41 años de Posadas para mentir que lo habían asaltado para robarle el coche. Cuando la sociedad capitalina sigue conmovida por el asesinato del taxista Carlos Amarilla (62 años, ejecutado durante un atraco fallido), el hombre mintió para encubrir lo que fue la venta del coche para cubrir deudas de juego, según informaron fuentes policiales.
Fabián vendió su Fiat Palio en el Paraguay. Después pergeñó un plan que le duró poco. El hombre acudió ante la Policía para denunciar que este jueves, alrededor de las 23, sobre la avenida Cabo de Hornos, frente al barrio A-4 (pasando el puente sobre el arroyo Zaimán), dos delincuentes lograron que detuviera la marcha del auto y subieron.
Fabián dijo que los asaltantes lo amenazaron con un arma de fuego. Juró que primero lo hicieron manejar hasta Cocomarola y luego siguieron hacia el Norte. Entonces, aseguró, lo mudaron al asiento trasero, siempre encañonado.
El remisero dijo que en estos “instantes de terror” el ladrón que tomó el volante alternó arterias asfaltadas y terradas. Finalmente, denunció, pararon el Palio y le dijeron que lo iban a hacer “boleta”.
Fabián dice que en ese momento aprovechó un descuido de los malvivientes para escapar y esconderse en un monte.
El taxista relató que, una vez que los ladrones se fueron, caminó un buen trecho y llegó hasta un destacamento policial del paraje San Isidro, donde alertó a la Policía.
Apenas pasaron unas horas cuando cayó la mentira. Fabián había vendido el auto en Paraguay para pagar sus deudas de juego. Cuando lo descubrieron, fue detenido.