El intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, aseguró este lunes que “detendrá” a quienes arrojen basura en lugares no permitidos, lo que causó el rechazo de la oposición ante la “tendencia” oficial “a solucionar problemas sociales y culturales con acciones policiales”.
“Ya me he movido para generar policías de civil que van a comenzar a detener a la persona que produzca contaminación del medio ambiente”, dijo el jefe comunal.
La frase de Arroyo, pronunciada a fines de la semana pasada, se propagó con el correr de las horas y provocó también el rechazo de funcionarios de la gobernadora María Eugenia Vidal.
“Necesito la colaboración de toda la población, seamos un poco más limpios. Saquemos la basura en el horario en que hay que hacerlo. Y si la empresa de basura deja tirada la basura por cualquier lado hagan, la denuncia”, pidió Arroyo.
El intendente añadió que “si ven a algún desaprensivo tirando basura, hagan la denuncia, porque yo ya me he movido para generar policías de civil que van a comenzar a detener a la persona que produzca contaminación del medio ambiente”.
Se aplicará “la ley hasta el último punto, con todo el rigor. Lo aviso y lo aclaro, estoy harto de ver basura tirada, esto se tiene que acabar porque estamos matando nuestras posibilidades de futuro, no hay ningún derecho de que esto ocurra”, abundó.
El ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, dijo que arrojar basura “se podría considerar como una falta, pero no se puede detener si no existe un código que lo determine”.
“Si es una contravención y está en el Código Contravencional de la ciudad, que yo desconozco si está, se podría considerar como una falta y se verá cuál es la sanción que corresponde”, agregó.
Sin embargo, advirtió que “no está contemplado en el Código Penal que haya detenciones por arrojar basura a la calle”.
Desde el Frente para la Victoria elevaron al Concejo Deliberante un proyecto de resolución en el cual se manifiesta “preocupación por la tendencia de Arroyo de solucionar problemas sociales y culturales con acciones policiales”.
Fue la concejal Marina Santoro, quien detalló que desde el Poder Judicial advirtieron la ilegalidad de lo propuesto por el jefe comunal, indicando que “esta función es del Estado municipal, que cuenta con herramientas y áreas específicas para dicha tarea”.
El historial autoritario de Arroyo es frondoso. El polémico intendente de Cambiemos en Mar del Plata justificó el 24 de marzo pasado el golpe de Estado y el terrorismo de Estado.
En el año del 40° aniversario del golpe de Estado, Arroyo no evitó las sutilezas. “Queremos lograr que el vecino de Mar del Plata vuelva a ser el vecino feliz de hace 40 años que podía caminar por la calle con tranquilidad e ir a cualquier lado” disparó frente a las cámaras y sentenció: “queremos terminar con el malviviente”.
Arroyo fue funcionario de la dictadura y aprovecha cada oportunidad que tiene para reivindicarla. En sus años como concejal evitó participar de todas las sesiones especiales conmemorativas del 24 de marzo.
Consultado sobre su opinión sobre los juicios que se siguen a los militares y civiles responsables de delitos de lesa humanidad, Arroyo defendió la teoría de la obediencia debida. “El tema de vestir o no el uniforme no tiene nada que ver. Creo que es tan responsable el civil como el militar, tal vez más el civil porque no recibe órdenes directas” dijo sin ambages.
Arroyo fue también denunciado el año pasado por discriminación ante el INADI por el Centro de Residentes Bolivianos de Mar del Plata “Don Pedro Domingo Murillo”. En tanto en junio de 2011, cuando el Concejo Deliberante de Mar del Plata, por pedido de las Madres de Plaza de Mayo, le quitó el traje de héroe al capitán Pedro Giachino, el primer caído argentino en la guerra por las Malvinas, y le puso el uniforme de represor de la dictadura, Arroyo fue el único que votó en contra de la decisión y se retiró del recinto cuando se bajó un cuadro con la imagen de Giachino, cuyo nombre es reivindicado hoy por los neonazis marplatenses.
El actual jefe comunal también fue candidato del represor Luis Abelardo Patti, que hoy cumple condena tras haber sido hallado culpable de delitos de lesa humanidad. Estuvo en contra del matrimonio igualitario, intentó prohibir las murgas, adhirió al movimiento Carapintadas tras los alzamientos de 1987 y 1990, estuvo en contra de declarar “símbolo nacional” a los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo y hasta se lo acusó de tener símbolos nazis en su oficina.