Uber volvió a ganarle la pulseada judicial a los taxistas, que rechazan y resisten el funcionamiento de la aplicación móvil para pedir autos. Un fallo de primera instancia había determinado que es legal manejar vehículos solicitados a través de este programa.
Esta decisión fue apelada por el sindicato de choferes de taxis, que llegaron a manifestarse en el Obelisco, en el Congreso y en Tribunales acusando que la aplicación “es ilegal” y que “hace peligrar la fuente laboral de más de cien mil familias”.
La Sala V de la Cámara del Crimen debía resolver sobre la apelación y, por unanimidad, los jueces Ricardo Pinto, Mirta Lopez González y Mauro Divito ratificaron el fallo de primera instancia dictado por Luis Zelaya.
La resolución de este juez había desestimado por inexistencia de delito la denuncia que la gremial de los taxistas había hecho contra 33 conductores de Uber, por los presuntos delitos de entorpecimiento del transporte, desobediencia, competencia desleal, instigación a cometer delitos y asociación ilícita. Ahora la apelación fue desestimada en segunda instancia.