Nicolás Maduro volvió a apuntar hacia afuera para desentender a su gobierno de la crisis que vive Venezuela , país en donde no se consiguen alimentos básicos ni remedios y que cuenta con una inflación histórica. Al hablar ayer en un consejo de ministros transmitido por la televisora estatal VTV, el bolivariano dijo que los chavistas son los “nuevos judíos del siglo XXI”, al denunciar una “escalada fascista” contra partidarios y familiares de funcionarios gubernamentales.
“Somos los nuevos judíos del siglo XXI que persiguió Hitler (…). No llevamos la estrella de David amarilla, llevamos el corazón rojo de ganas de luchar y pelear por la dignidad humana y vamos a derrotar a los nazis del siglo XXI”, sentenció el sucesor de Hugo Chávez .
El mandatario se refirió así a protestas, denominadas “escraches”, que tuvieron lugar en las últimas semanas contra funcionarios y ex funcionarios del chavismo, y sus familiares, que viven o trabajan en el exterior.
Los “escraches” cada vez son más, en medio de una ola de protestas opositoras que, desde que inició el 1 de abril, ya dejaron 43 muertos en hechos de violencia de los que gobierno y oposición se responsabilizan mutuamente.
Maduro acusó de nuevo a la oposición de hacer “terrorismo” como parte de un plan para darle un golpe de Estado que -asegura- es orquestado por el gobierno de Estados Unidos. El mandatario señaló a Julio Borges, presidente del Parlamento -único poder controlado por la oposición-, de promover ese “complot”.
Hace una semana, Borges viajó a Estados Unidos y, según Maduro, “sostuvo reuniones con los más altos representantes encargados del aparato militar” de ese país. “No fue a hablar de paz, democracia, respeto a Venezuela”, expresó.
La oposición, en tanto, acusa al gobierno de instaurar una “dictadura” y a los militares y policías de una “salvaje represión”. Asimismo, anunció que continuará sus protestas en exigencia de elecciones generales y en rechazo a una Asamblea Constituyente convocada por el presidente.