Macri viajará a la Antártida

A pesar de la decisión de ajustar durante este año los viajes -su primer destino será España, a fines de febrero- para volcarse con más intensidad a la elección de medio término, que sellará la suerte de la segunda mitad de su mandato, Mauricio Macri podría sumar próximamente un destino inusual. Según confirmó la canciller Susana Malcorra, el Presidente visitará la Antártida, aunque no aclaró si lo hará este verano o durante la siguiente campaña.

“El Presidente tiene planeado venir a la Antártida. No sé si va a venir en esta campaña o en la próxima. Pero el Presidente va a venir a la Antártida, está en su agenda, es una cuestión de priorizar la asignación del tiempo. La decisión de venir está tomada”, confirmó Malcorra a Infobae y a otros medios desde el continente antártico, de visita a Carlini, una de las seis bases permanentes que la Argentina administra allí -opera 13 en total-, ubicada en la Isla 25 de Mayo del archipiélago Shetland del Sur. Es la primera visita de un canciller a la Antártida, cuya soberanía del “Sector Antártico Argentino” es reclamada por nuestro país desde antes de la firma del Tratado Antártico de 1959, desde que el Palacio San Martín se quedó con la competencia exclusiva de la formulación de la política antártica argentina, en el 2003.

“Estas visitas tienen dos aspectos esenciales. Uno, el exponer el tema a los argentinos y al mundo. El otro aspecto, en el caso del Presidente conociéndolo, es entender cuáles son las demandas y las necesidades. Los presupuestos son una manta corta y uno tiene que definir prioridades. Que el Presidente le asigne un tiempo y reconozca y conozca lo que está pasando es importantísimo”, explicó Malcorra a bordo de un buque de la Armada Argentina minutos antes de desembarcar en Carlini. Había aterrizado en la base Frei -administrada por Chile- junto a un grupo de funcionarios pasadas las 9 y media de la mañana en uno de los Hércules de la Fuerza Aérea.

Con su visita, Macri será el cuarto presidente en pisar el continente. El primero había sido Arturo Frondizi, en marzo de 1961, en la Base Decepción; lo siguió Isabel Martínez de Péron en 1974; el último, Carlos Menem.

En febrero del año pasado, a dos meses de asumir, el jefe de Estado había intentado viajar a la Base Marambio, pero suspendió la visita para priorizar otras cuestiones. Hasta se había empezado a diseñar la logística -según confiaron, la comitiva habría estado integrada en aquel momento por unos 40 funcionarios-, un aspecto clave. No solo por la habitual seguridad presidencial, sino por las condiciones meteorológicas del lugar: solo pueden aterrizar aviones propulsados por turbohélices. La otra alternativa es por mar.