La idea es replicar aquella histórica foto de diciembre de 2015, cuando en el inicio de su mandato Mauricio Macri buscaba dar señales claras de que tenía capacidad para garantizar la gobernabilidad. Aunque el clima político ahora es diferente, el Presidente convocará otra vez a los gobernadores tras las elecciones. ¿El objetivo? Proponer un cese del “fuego” y cicatrizar las heridas que dejaron las Legislativas y avanzar en una agenda de trabajo en común para lo que resta del año y proyectar un 2018 de reformas estructurales para la Argentina.
Y mientras algunos funcionarios consideran que, si Cambiemos logra vencer a Cristina en Provincia y ratifica el amplio triunfo en todo el país, es conveniente “estirar” el clima de festejos; para el jefe de Estado no se puede perder tiempo y se debe dar un mensaje de unidad nacional más allá de los colores partidarios. Por eso ya puso fecha para la cumbre con los gobernadores: será el viernes 27 de octubre, en la Quinta de Olivos, confirmaron a Clarín altas fuentes oficiales.
En el Gobierno confían en que, más allá de los chispazos de campaña, todos los mandatarios aceptarán la invitación. Desde los cinco propios y los peronistas más confiables como el salteño Juan Manuel Urtubey, el sanjuanino Sergio Uñac, el entrerriano Gustavo Bordet y el cordobés Juan Schiaretti, hasta los “intransigentes”, como el pampeano Carlos Verna, el formoseño Gildo Insfrán y la santacruceña Alicia Kirchner. “Ellos entienden la necesidad de sentarse en una mesa. Nosotros queremos fijar una agenda de trabajo en conjunto para lo que resta de este año y el que viene, pero también vamos a escucharlos”, dicen en Balcarce 50.
En la cumbre, el Gobierno buscará consenso para aprobar el Presupuesto 2018, avanzar en la Ley de Responsabilidad Fiscal y propondrá, además, abrir el debate por la reforma tributaria, una de las obsesiones de Macri.
También, según precisó el jefe de Gabinete Marcos Peña durante su último informe en la Cámara de Diputados, el Gobierno quiere trabajar con las provincias otros temas. Macri renovará ante los mandatarios la necesidad de que adhieran a ley Pyme -Río Negro y Mendoza lo hicieron ayer- y a la de ART, iniciativas que varios distritos aún no convalidaron.
Igual, no todos serán pedidos de Macri: el jefe de Estado intentará tranquilizar a los gobernadores ante un eventual fallo de la Corte Suprema de Justicia en favor de la provincia de Buenos Aires. “Se les va a dar garantías de que queremos encontrar una solución todos juntos”, señalan en el Gobierno.
A pesar de que ya hubo contactos informales con algunos mandatarios, la convocatoria formal de Presidencia saldrá horas después de la elección, para evitar las rispideces de campaña que le complican la tarea incluso al ministro del Interior Rogelio Frigerio, el principal interlocutor de la Casa Rosada con los gobernadores.
Por Ignacio Ortelli