Presidente jugó su última carta antes de la sesión de mañana, cuando la oposición intentará aprobar el proyecto que retrotrae los aumentos de los servicios públicos
Mirando fijamente a cámara, el presidente Mauricio Macri decidió aprovechar los minutos con los que contaba. Apuntó, sin rodeos, a los legisladores peronistas y sus jefes, a los que hasta hace poco elogiaba en el exterior y a quienes consideraba “socios” en el desarrollo de su proyecto político. “Les pido a los senadores que demuestren que existe un peronismo responsable y confiable, que no se deja conducir por las locuras que impulsa Cristina Fernández de Kirchner . Confío en que van a actuar de manera racional, porque la etapa del despilfarro se terminó, la Argentina no puede gastar más plata de lo que le ingresa”, exclamó el Presidente.
Macri se mostró así decidido a jugar sus últimas cartas antes de mañana, cuando el Senado trate el proyecto opositor que retrotrae las tarifas a valores de noviembre de 2017.
Se trata de una iniciativa que complicaría las negociaciones del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aumenta el déficit fiscal y que el Presidente prometió vetar si es que resulta finalmente convertida en ley.
“Las leyes mágicas que algunos proponen para bajar las tarifas de electricidad a los valores del año pasado claro que suenan bien, pero ¿qué pasa con el agujero fiscal que dejarían, de dónde sale el dinero para poder taparlo? Porque no tenemos ese dinero, y hace más de 70 años que el Estado gasta más de lo que tiene”, dijo el Presidente en un mensaje grabado de algo menos de nueve minutos, acompañado por el ministro de Producción, Francisco Cabrera. La estrategia del Gobierno, explicitada por el Presidente, consiste en elevar la presión sobre el peronismo que responde a los gobernadores, para compartir el costo de la resolución.
Según las últimas mediciones en el Senado, el PJ y el kirchnerismo unido cuentan con los votos suficientes para aprobarla. Si lo logra, Macri la vetará.
Macri no solo apunta a los gobernadores, sino también a los senadores del PJ “moderado”, que comanda Miguel Ángel Pichetto, que de “aliado confiable” pasó a la tirantez y la distancia con la Casa Rosada. “Van a quedar pegados a Cristina si votan esa ley”, detallaron cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, de visita oficial por Cuba, pero atento -como todo el Gobierno- a la votación de mañana.
En la Casa Rosada aún dejan una puerta abierta ante la posibilidad de complicarle al peronismo la búsqueda de los votos en las horas finales.
Así, en tren de defender los aumentos de tarifas cuestionados por la oposición, Macri volvió a apuntar al kirchnerismo y su herencia en materia energética. “No hay futuro posible sin energía, durante años nos hicieron creer que los subsidios a la energía eran gratis, que la energía es barata, que no cuesta: es mentira que los subsidios al gas y a la electricidad no los paga nadie, los pagamos todos con más inflación y con deuda”, dijo el Presidente.
“Sé lo que pesa una actualización de tarifas en el bolsillo, sé que no es fácil; si hubiera habido otra manera, créanme que la hubiera hecho; si hubiera existido algún otro camino, lo hubiera tomado; ¿qué más quisiera yo que los argentinos tengan todo y más fácil?; ¿por qué habría de tomar una medida que sé que a los argentinos les cuesta?; ¿por qué? Porque no hay otro camino, y no vine acá para hacer lo que me conviene a mí o a mi gobierno, vine a trabajar para que tengan un mejor futuro”, se justificó.
En un tramo de su discurso, Macri se refirió a la iniciativa de Cabrera y su par de Energía, Juan José Aranguren, consistente en una aplicación por la que el usuario podrá controlar sus consumos de energía eléctrica. También recomendó cambiar las lamparitas comunes por las de tipo LED, que “consumen un 80 por ciento menos de energía y duran quince veces más que las comunes”, afirmó el Presidente.
En paralelo a la aparición del Presidente, espadas del oficialismo encabezadas por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el secretario de Interior, Sebastián de Luca, continuaron ayer con las gestiones reservadas con gobernadores y senadores para torcer la que hoy es la voluntad mayoritaria del Senado: convertir en ley la retroactividad de las tarifas. Insisten con el proyecto alternativo, consistente en la rebaja de 10 puntos del IVA. Apuntaron, entre otros, a los peronistas Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Sergio Uñac (San Juan), cuyos senadores serán claves a la hora de la votación.
“Quieren aprobar un proyecto profundamente unitario”, dijo De Luca, subiendo el tono del desafío a los peronistas, al igual que lo hizo el Presidente, horas antes de la crucial votación.
Por: Jaime Rosemberg