El pobre desempeño de la recaudación tributaria, con seis meses de crecimiento de los ingresos por debajo de la inflación y de la variación del tipo de cambio, llevó al Gobierno nacional a incumplir una promesa de campaña, aunque parcialmente.
Se trata de la postergación de la reducción en cinco puntos porcentuales de las retenciones a las exportaciones de soja del ciclo agrícola 2016-17, esto es el cultivo que comienza a sembrarse ahora y se cosechará en el invierno del año próximo, a partir del 1 de enero de 2018, pero gradualmente, a razón de 0,5 puntos porcentuales por mes hasta diciembre de 2019, cuando se estabilizarán en 18 puntos porcentuales.
El ahorro fiscal, que se había estimado en unos $15.000 millones el próximo año, se derivará a dar asistencia a los productores de las economías regionales, comenzando con los radicados en las 10 provincias alcanzadas por el Plan Belgrano.