Con espontaneidad y entusiasmo para derrochar, aunque también cierta timidez, Lucas Corrado acaba de debutar como actor en la ficción Por amarte así, que protagoniza y produce su padre, Gabriel. Fanático de los deportes extremos, licenciado en Economía Empresarial, ex baterista de Malcom- la banda que fue telonera de One Direction en su gira por la Argentina-, el joven de 26 años regresó al país después de vivir durante casi un año en Amsterdam, donde estudió gastronomía, para encarar una nueva etapa en su vida.
A días de haberse metido en la piel de Peter, un joven músico que intentará conquistar al personaje que interpreta Esmeralda Mitre en la novela, Lucas habló con LA NACION sobre el inicio de su carrera, las críticas y sus referentes.
-¿Cómo fue que decidiste iniciar una carrera en televisión?
-Hace mucho que tenía ganas de hacerlo. Tuve propuestas antes, pero con la facultad no tenía tiempo. Vengo estudiando actuación desde que estaba en el colegio. Cuando arranqué la facultad, paralelamente estudié con Nora Moseinco. En Holanda también tomé clases de teatro en inglés. Volví a la Argentina con muchas ganas de hacer cosas acá, se dio este proyecto y dije que sí de una. Es una oportunidad que apareció en el momento justo y es un año de muchos cambios para mí, de mucho aprendizaje.
-¿Qué te entusiasma del trabajo del actor?
-Con la actuación me pasa lo mismo que con los deportes extremos y con la música, me genera una adrenalina que me encanta y que estoy buscando todo el tiempo en todo lo que hago.
-¿Qué tal te sentiste al grabar las primeras escenas?
-Bien, muy cómodo. Se formó un grupo de actores y técnicos muy copado, en el que tiran todos para el mismo lado. Estoy trabajando con gente que conozco de antes, con un amigo como es Gastón [Soffritti], y eso hace que esté más relajado.
-¿Qué te interesó de tu personaje?
-Me gusta que sea un tipo bueno, con buenas intenciones, muy amiguero, músico, curioso. Tengo muchas cosas en común con él. Estoy abierto a interpretar un villano también, pero me gusta empezar encarando a un personaje que siento más cercano.
-Gabriel dice que sos su versión mejorada…
-¡Ojalá! Eso es lo que dice él, vamos a ver qué pasa. [Risas] Somos dos versiones distintas. Nos parecemos en que somos muy inquietos y nos gusta hacer muchas cosas al mismo tiempo. A los dos nos gusta el deporte, la actuación y la música.
-¿Cómo es tener a papá de compañero y jefe?
-Hasta ahora viene todo muy bien. Yo confío en él y él confía en mí. Todavía no filmamos mucho juntos. Vimos las primeras escenas y él me dice que voy bien. Me recomienda que vaya siempre para adelante, que sea auténtico, comprometido y profesional.
-¿Aprovechás las puertas que te abre el apellido o renegás por las comparaciones?
-Mi viejo me abrió un montón de puertas, gracias a Dios. Sea en el rubro que sea, todos los padres le dejan un legado a los hijos. Yo hago la mía, me enfoco en mi camino y no estoy tan pendiente de las comparaciones que puedan surgir. Estoy iniciando una nueva etapa y cuento con el apoyo de toda mi familia.
-¿No te preocupa “el qué dirán”?
-Para enfrentar las críticas me preparé durante toda la vida, gracias a la educación que me dieron mis viejos. Yo me concentro en qué es lo que tengo que hacer bien. El resto son comentarios. Voy a ver la novela, voy a leer las críticas y voy a mirar el rating, pero no voy a poner toda mi energía ahí.
-¿Quiénes son tus referentes en esta profesión?
-Mi viejo, obviamente. Más allá de él, Johnny Depp me parece un crack. El Chino Darín la está rompiendo y me encanta lo que hace. Veo mucho cine y muchas series. Siempre encuentro en distintos actores algún detalle que me llama la atención.
-En las redes sociales, las chicas te halagan mucho, ¿pensaste en incursionar como modelo?
-No, pero estoy abierto a todo. ¿Por qué no? [Risas] Me gustaría seguir con la música y desarrollarme como actor. Ojalá también pueda hacer cine y teatro.
La opinión de papá
Lucas y Gabriel no tienen un gran parecido físico, pero el vínculo que los une se nota cuando se los escucha hablar sobre lo que los apasiona. Al referirse al mundo de la televisión, ambos muestran una sonrisa enorme y enseguida se les nota el mismo entusiasmo. Se sienten privilegiados y, lejos de ocultarlo, lo disfrutan. Ante el flamante debut de Lucas, Gabriel habló, orgulloso, con LA NACION sobre los primeros pasos de su hijo en el mundo del espectáculo.
-¿Qué te provoca que Lucas siga tu camino?
-El se está metiendo en un territorio que hasta ahora era de su papá. Estoy muy asustado. Creo que estoy más nervioso yo que él. Es una sensación normal porque uno siempre quiere lo mejor para los hijos. Como padre, le he dado una educación sana y estoy muy presente. Es un tipo con mucho criterio y muy responsable. Confío plenamente en él.
-¿Qué consejos le das?
-Que se cuide de los periodistas. [Risas] El mamó mi trabajo, sabe cómo es, no me gusta darle consejos porque no soy el Martín Fierro, pero sí le digo: “da lo mejor de vos y si sentís que no estás conforme, mañana esforzate para superarte”. Mientras sea feliz, que haga lo que se le cante. A mí me combatieron mucho porque no estaba bien visto ser actor, sin embargo, hoy mis padres están contentos porque yo hago lo que me gusta. Es su vida, no la mía. Yo no vivo mi vida a través de él.