Los osos grizzlies que viven en Alaska dejaron de comer salmón y ahora prefieren los frutos que crecen en la zona. Así lo confirmó un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, que investigó cómo el aumento de temperaturas producido por el cambio climático modificó la rutina alimenticia de esta especie en particular.
Aunque el sistema digestivo de los osos es el de un animal carnívoro, la dieta que llevan es la de una especie omnívora: comen frutos silvestres, nueces y tubérculos. En la investigación científica, los expertos descubrieron un fenómeno sin precedentes. Antes, el grizzly comía primero el 75 por ciento de la población del salmón rojo y, una vez que terminaba con ella, continuaba su alimentación con las bayas de saúco. Pero debido a las altas temperaturas, ahora los frutos maduran antes y los osos se quedan solamente con esta opción.
“Es como si el desayuno y el almuerzo se sirvieran al mismo tiempo y luego no haya nada que comer hasta la cena”, indicó William Deacy, biólogo de la Universidad de Oregon. Es que en el estudio se encontraron con que la especie evitaba los ríos durante el caluroso verano, época en la que antes comían los peces.
Los investigadores alertaron que este cambio en su alimentación podrían también perjudicar al ecosistema completo de la zona, ya que interrumpen la fertilización de los bosques. Además, el consumo excesivo de las bayas también dañaría su salud: como los frutos contienen menos proteínas que el salmón, los osos aumentarían de peso más rápido.