Según una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de Otago en Dunedin (Nueva Zelanda), los niños que se muerden las uñas y se chupan el pulgar podrían ser menos propensos a desarrollar alergias a medida que van creciendo. El estudio ha sido publicado en la revista Pediatrics.
La explicación a este efecto beneficioso de un mal hábito, es que los niños quedan expuestos a más microbios, lo que a su vez altera su sistema inmune y los hace tener menos probabilidades de desarrollar alergias.
Para llegar a esta conclusión, los expertos utilizaron los datos del estudio multidisciplinar de Dunedin que realizó un seguimiento a 1.037 participantes desde su nacimiento hasta la edad adulta en un periodo no inferior a 40 años. Los voluntarios se sometieron a pruebas de punción cutánea a los 13 y 32 años de edad donde un resultado positivo indica que esa persona está en mayor riesgo de desarrollar una alergia a la fuente del alérgeno en particular, como pueden ser los gatos, el polvo doméstico, plantas…
Los resultados a los 13 años mostraron que sólo el 38% de los participantes que se solía chupar el pulgar o morderse las uñas , dio positivo en al menos un alérgeno, en comparación con el 49% que no tenía ninguno de estos hábitos. Si poseían ambas conductas, el porcentaje disminuía al 31%.
El estudio a apoya la “hipótesis de la higiene”, según la que la exposición a bacterias y otros microbios a temprana edad guía al sistema inmunitario, alejándolo de las reacciones alérgicas
Los resultados, cuando los participantes contaban con 32 años, seguían siendo igual de llamativos aun teniendo en cuenta factores como el sexo, antecedentes de alergia en los padres, tener una mascota en la infancia, el hábito de fumar de los padres y la lactancia materna.
El estudio sugiere así que la exposición de un niño a los microbios -por el gesto de chuparse el pulgar o morderse las uñas- reduce su riesgo de desarrollar alergias. Sin embargo, “aunque los resultados apoyen esta hipótesis no hay que animar a los niños a hacerlo”, explica Bob Hancox, líder del trabajo.