El desgaste físico que sufrió Juan Martín del Potro el viernes frente a Andy Murray terminó siendo el desencadenante de que no jugara el quinto punto de las semifinales de la Copa Davis ante Gran Bretaña. Esa es la explicación, al menos, que dieron desde el entorno del jugador y del equipo nacional. Del Potro, el capitán Daniel Orsanic, el subcapitán Mariano Hood y el kinesiólogo del tandilense, Diego Rodríguez, analizaron la situación el viernes por la noche y entendieron que lo más saludable era que el tenista participara del punto de dobles, que requería mucha menos exigencia que un punto individual. Según las mismas fuentes, con los dolores en el cuerpo y los inconvenientes físicos que acarrea, Del Potro hubiera corrido riesgos de no terminar el match.
Esta mañana, tras jugar ocho horas en dos jornadas, Del Potro peloteó con Hood durante 15 minutos y volvió al vestuario. No regresó al estadio mientras se jugó el partido entre Guido Pella y Andy Murray; lo siguió por TV en la intimidad de la sala del equipo, sabiendo todos los comentarios que en el exterior se estaban haciendo por su -hasta ese momento hipotética- ausencia. A los pocos minutos del triunfo de Murray, se hizo el anuncio oficial de la presencia de Leonardo Mayer ante Daniel Evans. El tandilense volvió al court para ver al Yacaré y se sentó en la fila reservada para el equipo nacional, entre Daniel Palito Fidalgo (vicepresidente de la Asociación Argentina de Tenis) y Diego Junqueira, uno de los entrenadores de Federico Delbonis.
En tanto, John Lloyd, que en 1977 se convirtió en el primer británico en alcanzar la final de un Grand Slam en la Era Abierta, dijo en la cadena BBC: “¿Por qué si iba a jugar un partido más, no hacerlo en el quinto de la serie en lugar del dobles? ¿Por qué no se permitió descansar 24 horas? Que Del Potro haya jugado el dobles fue la decisión más ilógica que vi en mi vida”.
Naturalmente, la primera pregunta que surge es si Del Potro no podría haberse recuperado para jugar el single final si evitaba jugar el punto del dobles, que ya de por sí era un match muy complejo por la calidad de los rivales.