Un informe de la Academia Americana de Pediatría esperó el Día del Padre para afirmar que los papás involucrados en el cuidado de sus hijos provocan efectos importantes sobre la salud y el bienestar de los mismos.
Está comprobado que los chicos mayores con padres participativos tienden a tener menos síntomas de depresión y problemas conductuales, y unas tasas más bajas de embarazo adolescente. Asimismo, la investigación sugiere que para aquellos en edad edad preescolar, cuando sus papás participan regularmente en los juegos, ellos tienden a tener menos síntomas de salud mental (como ansiedad o agresividad).
En cuanto a los más pequeños, los papás pueden tener efectos sobre el desarrollo del lenguaje y la salud mental, según la academia. Por ejemplo, la investigación muestra que los papás son más propensos a utilizar palabras cuando hablan con sus bebés e hijos en edad preescolar.
Los papás tienen un rol único e importante en el desarrollo de sus hijos, por eso, el doctor Michael Yogman, coautor del informe, se entusiasma: “Desde el punto de vista de todo el mundo, mientras más podamos hacer por animar a los papás a involucrarse, mejor”.
Una observación importante del estudio es que define “papá” en un sentido amplio, no sólo el padre biológico que vive con un chico. El mismo incluye a los papás que no viven con sus hijos, a los abuelos y a cualquier figura masculina que esté dedicada al bienestar del niño.