Durante mucho tiempo desveló a los profesionales cómo es que los bebés aprenden a hablar. Investigaciones recientes explican que a partir de los seis meses, los bebés suelen mirar la boca de quien les habla, detectando sus movimientos. Esto implica que el lenguaje no se aprende sólo a través de escuchar los sonidos, sino también de mirar la boca de quien les habla.
Se considera que estos hallazgos podrían ayudar en una detección más temprana del autismo.
Fuente: consumer.es