Los Beatles vuelven al cine con un documental sobre sus años de gira

En unas semanas se cumplirá medio siglo de la despedida de Los Beatles de los conciertos en vivo. Ahora, aquellos años de locura beatlemaníaca están por revivir a través del documental “The Beatles: Eight Days a Week – Touring Years”, de Ron Howard.

El lunes 29 de agosto de 1966, Los Beatles pusieron punto final a su vida en gira, después de algo más de tres años de frenesí, desde que saltaron a la fama con “Please Please me”. Tocaron en el estadio Candlestick Park, de San Francisco, frente a unas 25.000 personas, en un show que duró poco más de media hora. Habían llegado mucho más lejos de los que ellos mismos imaginaron pero el éxito tenía su lado B. Estaban cansados de subir y bajar de aviones, no soportaban los gritos de los fanáticos durante sus shows y, como su repertorio se había complejizado, ya no se conformaban con tocar las canciones simples de los primeros tiempos. George Harrison lo dijo mejor que nadie en el vuelo de vuelta: “Eso es todo. Ya no soy un Beatle”.

Se acaba de conocer el tráiler de “The Beatles: Eight Days a Week – Touring Years”, de Ron Howard, el director de “Cacoon”, “Apollo 13” y “Una mente brillante” (por la ganó el Oscar) y muchas más. Aquí, Howard narra el período de 1962 a 1966, los años de la consagración y de las largas giras internacionales. Como cuenta con la bendición de la banda, incluye testimonios de Paul McCartney y Ringo Starr, además de la colaboración de las viudas, Yoko Ono y Olivia Harrison.

El documental no sólo sirve para la efeméride beatle, a propósito de los 50 años del aquel último show, también sirve para devolver a los cuatro de Liverpool a las pantallas grandes. Es que el cine fue tierra fértil en su carrera. No sólo hicieron varias películas, también despuntaron el vicio de forma individual.

Juntos hicieron cinco películas: “Anochecer de un día agitado”, de 1964 (la primera y probablemente la mejor) “Help”, de 1965 (humor bien disparatado y una producción con locaciones internacionales), “Gira mágica y misteriosa” (el proyecto fallido de registrar la vida “on the road”), “Submarino Amarillo” (la cara opuesta: una joya de la animación que no pierde vigencia) y “Let it be” (la despedida, con tramos musicales para soñar y los momentos agrios que dejan testimonio de que la grieta interna no tenía solución).

De forma individual, también coquetearon con el cine. A John Lennon se lo vio en “Cómo gané la guerra”, película de Richard Lester (quién los dirigió en sus dos primeras incursiones en pantalla). George Harrison, el beatle silencioso, eligió estar del otro lado y produjo y se reservó un pequeño papel en “Shangai Surprise”, la película que tenía como protagonistas a Madonna y Sean Penn. Paul se embarcó en 1984 en “Give my regards to Broad Streets” y Ringo, que siempre recibió múltiples elogios por su gracias natural, es quién en cantidad lleva la delantera. Hizo varias colaboraciones durante finales de los 60 y 70 pero se recuerda especialmente “Candy”, de 1968, por su elenco estelar: Marlon Brando y Richard Burton, entre otros.