Cuando las peleas se miden de a miles de millones, los tonos se exaltan. Es eso, precisamente, lo que pasa hoy con las comisiones de las tarjetas de crédito. En estas horas los bancos contraatacan con una oferta: bajarían los aranceles, sí, pero gradualmente; y los reintegros no serían para los comercios, sino para los consumidores. La respuesta no se hará esperar: la semana próxima la Cámara de Comercio denunciará a los financistas ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. La guerra es dura.
Empecemos por poner un número. Los bancos son reticentes a decir cuánto dinero mueve el negocio de las tarjetas de crédito. Pero un financista arriesga una cifra: “Las comisiones representan alrededor de $20.000 millones anuales”, dice.
“Pero de ese total se devuelven a los clientes de 14 a 15 mil millones en beneficios como descuentos, cuotas sin interés, millajes en líneas aéreas, etc”, añade. “Los reintegros por beneficios son entre 70 y 80 por ciento de las comisiones cobradas”, precisa el presidente de uno de los bancos más importantes del país.
Con todo eso en juego, claro que la pelea se calienta.
Repasemos qué pasó. Al asumir, Macri puso a las tarjetas de crédito bajo la lupa: es uno de los 12 sectores que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) investiga por abuso de posición dominante. A eso se sumaron la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y CAME, dos entidades empresarias, que salieron a reclamar por la falta de competencia y las comisiones. Algunos que son malos le ponen nombre y apellido al impulso a esta idea, y señalan hacia una cadenas de retail de mucho peso.
En ese contexto, la política se subió al debate. Y así el 7 de este mes se aprobó en el Senado una ley que establece la reducción de los aranceles de las tarjetas de crédito de 3% a 1,5%, y de 1,5% a 0% para las de débito. El proyecto es del chubutense Alfredo Luenzo (Frente Renovador). Ni bancos ni comerciantes apoyaron la ley. La CAC salió inmediatamente a reclamar cambios a la norma antes de que llegue a Diputados. Los bancos se abocaron al lobby en el Congreso para “voltearla”, confesó uno de los hombres encargados de esa tarea.
¿Y entonces, por dónde viene la discusión ahora? Los bancos están negociando una solución con el Gobierno y tratan de convencer a los legisladores de que su propuesta es superadora respecto de la ley. ¿De qué se trata?
“Nuestra propuesta es llevar en 4 años las comisiones máximas para débito y crédito a 0,8 y 1,8 por ciento, respectivamente”, dice un banquero que participa de esta discusión.
La palabra clave es “gradualismo”, una idea que el macrismo cada vez esgrime más. Y que patea el tema hacia adelante. Es que los banqueros esperan que con el paso del tiempo el volumen del negocio de las tarjetas crezca y entonces la cantidad de pesos en circulación compense la caída de la comisión. Nada es gratis en una comida con banqueros, por cierto.
Pero los financistas agregan una pequeña cuota de maldad a su propuesta: dicen que la rebaja de las comisiones no será para los comerciantes sino para los consumidores. ¿Cómo es esto?
“Cuando la comisión baje un punto, ese porcentaje se acreditará en la cuenta del dueño de la tarjeta -explica el mismo presidente de banco antes citado-. Así estimulamos el uso de las tarjetas, que es una idea que también promueve el Gobierno, porque quiere más bancarización para promover el blanqueo de la economía”.
Los banqueros aseguran tener un guiño del Banco Central. Pretenden que sea éste el que regule el tema, dejando de lado la ley que discute el Congreso. Y dicen que también lo han planteado en el ministerio de Producción, que es el que lleva el tema. Los funcionarios de ese ministerios se negaron a opinar para esta nota.
¿Y los comerciantes? Dicen haberse enterado de costado de estas discusiones, y que ellos no se quedarán quietos. “La semana que viene vamos a seguir recorriendo el Congreso viendo legisladores para discutir la ley, que queremos que sea más amplia, que contemple las restricciones a la competencia -dicen en la CAC-. Lo mismo hicimos los últimos días. Pero, además, la semana próxima vamos a presentar una denuncia formal en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia por este tema”. Munición mayor, también.
Es lógico que la cosa se caliente. Si la comisión promedio de tarjeta de crédito hoy es 2,75% y la de débito 1,35%, cada punto que bajara representaría hoy unos $ 10.000 millones anuales, a grosso modo. Un monto que justifica la pelea. ¿Quién se quedará ese dinero? ¿Los bancos? ¿Los comerciantes? ¿Los consumidores? Hagan sus apuesta
Por: Marcelo Canton