Hemos oído a Trump definir a los mexicanos como “gente con un montón de problemas, que nos traen drogas, crimen, violadores”. Pedir el bloqueo a la entrada de todos los musulmanes a Estados Unidos o decir que las mujeres se dejan hacer cualquier cosa -como ser agarradas de la vagina- cuando están frente a una estrella. Pero los prejuicios que se oyeron de su boca no parecen estar tan lejos de las bocas de algunos argentinos. Eso es lo que muestra una encuesta que indagó en lo que pensamos sobre los clásicos disparadores: un tercio de los encuestados tiene prejuicios acerca de la adopción gay, los roles que deben ocupar las mujeres en la sociedad y sobre los inmigrantes de países limítrofes que eligen vivir en Argentina.
El relevamiento, hecho por la Universidad Abierta Interamericana, sobrevuela los grandes temas que suelen disparar “juicios previos, por lo general desfavorables, acerca de algo que se conoce mal”, según su definición. El 35% de los encuestados contestó que no considera correcto que una pareja del mismo sexo adopte niños. Después, les preguntaron qué les pasa cuando ven a dos personas del mismo sexo besándose, como ocurrió en agosto con una pareja de chicas en la confitería La Biela: el 26% contestó que le molesta y que no deberían hacerlo en un lugar público. Hace poco, la cantante María Martha Serra Lima mostró su prejuicio sobre el tema. Dijo que ver a una pareja gay besarse “me choca un montón, también si son hombres. Son cosas que las pueden hacer pero no tienen que andar mostrándolo delante de toda la gente, porque no todo el mundo está de acuerdo con ver eso, casi nadie”.
“En Argentina tenemos la ley de matrimonio para personas del mismo sexo, sin embargo las leyes no provocan la transformación social automáticamente. Se sigue escuchando, incluso entre los más progresistas, esto de ‘estoy de acuerdo con que se casen, pero no sabemos qué va a pasar con chicos criados por dos mamás o dos papás’. Lo que hay de fondo es mucha desinformación porque está comprobado que los hijos de las parejas homosexuales pueden tener cualquier orientación sexual, igual que los hijos de las parejas hétero, porque la orientación sexual no es algo que se eduque”, dice Pedro Paradiso Sottile, a cargo de área jurídica de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). En la diversidad sexual también están las personas trans: el 35% contestó que no las contrataría para trabajar.
El tema “inmigrantes” suele despertar opiniones polémicas en todas partes. La semana pasada, el senador Miguel Pichetto volvió a hablar del tema cuando pidió “dejar de ser tontos” y dijo que “el problema es que Argentina siempre funciona como ajuste social de Bolivia y ajuste delictivo de Perú”. Según la encuesta, casi el 60% cree que en Argentina deberían implementarse políticas inmigratorias más fuertes. Casi 3 de cada 10, además, creen que los inmigrantes le quitan posibilidades a los argentinos. Pero los prejuicios no remiten sólo a los inmigrantes de países limítrofes. Según el trabajo “Refugiados sirios: aceptación y temor”, hecho por la consultora Raúl Aragón & Asociados, “uno de cada tres porteños dice temer que un atentado terrorista se produzca” con la llegada de refugiados sirios a la Argentina.
“El prejuicio se construye en base al desconocimiento y también en base a nuestra cultura. Pensemos que en la escuela la negra es siempre la vendedora de empanadas en los actos”, opina Gabriela Amenta, directora de promoción y desarrollo de prácticas contra la discriminación del Inadi. “A medida que van llegando las distintas denuncias y las experiencias en el terrero encontramos estereotipos y prejuicios más instalados de lo que pensábamos. Por ejemplo, la nena que no se viste de princesa no es nena, el nene que no juega al fútbol es raro. Somos más prejuicios de lo que imaginaba para el siglo 21, aún hoy recibo bocinazos en la calle seguidos de un ‘tenías que ser mujer”.
El rol de la mujer también fue parte del relevamiento. Un cuarto de los encuestados, de hecho, contestó que “las mujeres son mejores limpiando que los hombres”. Y cuando les preguntaron si las mujeres deberían ocupar lugares de liderazgo, hubo una división notable: 8 de cada 10 mujeres dijeron que si, pero sólo a la mitad de los varones le pareció una buena idea.
Por: Gisele Sousa Dias