Empecemos por el principio. Nunca está de más recordar que por más que querramos a nuestro amigo de cuatro patas, es un perro. Nunca debe ser tratado como un humano. Siempre hay que respetar su naturaleza.
Por eso es muy probable que si le das a tu peludo comida diseñada para personas, puedas ocasionarle algún tipo de daño. Así que ojo con guardarle las sobras del almuerzo o dejarle que pruebe junto contigo lo que estás preparando para almorzar.
En el caso de que quieras darle comida casera a tu can, consulta con el veterinario o con un especialista en nutrición animal para que te indique una dieta adecuada respetando el tamaño, edad, condiciones de salud y nivel de actividad de tu mascota.
Hay ciertos alimentos que es preferible nunca darle a tu perro. Te contamos cuáles y por qué.
Entre los alimentos que es mejor nunca darle a tu perro, se encuentran:
1- Chocolate
En realidad, el componente del chocolate que le hace daño a tu peludo se llama teobromina. Se trata de un alcaloide que es similar a la cafeína y que los canes metabolizan mucho más lentamente que nosotros y que puede provocarles:
Vómitos
Diarreas
Deshidratación
Hiperactividad que puede desembocar en un paro cardíaco
Infartos
Convulsiones
La muerte en casos graves
Ten en cuenta que unos 6 gramos de este producto por kilo de peso de tu peludo logran afectarlo. Además, las señales de que ha tu perro le ha sentado mal el chocolate pueden tardar días en aparecer.
2- Ajo y cebolla
Si bien en poca cantidad los peludos parecen asimilar bien el ajo y la cebolla, si los consumen en exceso corren el riesgo de padecer anemias y problemas gastrointestinales. El elemento que en este caso los canes no pueden procesar bien es el tiosulfato.
3- Aguacate
El aguacate, también conocido como palta, es una fruta que contiene una sustancia tóxica para los perros, denominada persin. Esta puede ocasionarles problemas respiratorios y cardíacos y una ampliación del abdomen.
4- Huesos
A tu peludo seguro que le encantan los huesos. Pero lo ideal es que los canes puedan mordelos y entretenerse un buen rato con ellos -siempre que no se rompan o se astillen- pero no que que se los coman. Así evitarás, entre otras cosas, posibles atragantamientos, perforaciones del aparato digestivo y obstrucciones intestinales, que pueden provocar la muerte del animalito.
5- Leche y productos derivados
Algunos perros, al igual que algunos humanos, tienen intolerancia a la lactosa. Al no contar con las enzimas que se necesitan para disolver el azúcar presente en la leche, presentarán vómitos, diarreas y otras molestias gastrointestinales. Si a tu peludo le gusta mucho este alimento, prueba cómo tolera la leche deslactosada.
Todo en su justa medida y usando el sentido común
Apelando al sentido común, que a veces es el menos común de los sentidos, suponemos que a nadie en su sano juicio se le ocurriría darle bebidas alcohólicas a su peludo. El alcohol, si bien en dosis pequeñas no resulta letal para los canes, los pone nerviosos y pueden llegar a atacar.
Pero siguiendo con esta lógica, está claro que en los alimentos que es mejor nunca darle a tu perro también se impone el tema de las cantidades y del tamaño de las porciones.
Y si bien lo mejor es que tu perro reciba una alimentación sana y equilibrada -sea comercial o casera– si alguna vez lo encuentras lamiendo un poco de helado de chocolate o comiendo un pedacito de queso que se que se te cayó al piso, no desesperes. Todo en su justa medida.
Y siempre, ante la mas mínima duda, consulta al veterinario.