Para fortuna de los amantes de la comida o “foodies” y aquellos que buscan una mejor calidad de vida, una correcta alimentación puede ser la base fundamental para la prevención de decenas de cuadros clínicos. No escapan de esta estrategia las enfermedades cardiovasculares, las cuales son la primera causa de muerte en el mundo, según cifras oficiales de la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation).
Entre los factores de riesgo que contribuyen a sufrir cuadros cardíacos, uno de los que tiene más peso es la alimentación, el cual paradójicamente es uno de los más fáciles de controlar. La modificación en algunos hábitos alimentarios es clave para la prevención o recuperación de este tipo de afecciones.
Por ejemplo, las Guías Alimentarias para la Población Argentina, recomiendan aumentar el consumo de pescado a dos veces por semana y agregar semillas sin salar de manera semanal. Este tipo de recomendaciones apuntan a combatir la estadística que indica que, en el caso de Argentina, uno de cada tres habitantes sufre desenlaces fatales tras padecer una enfermedad cardiovascular.
Se comprobó de forma científica que el consumo de Omega 3 baja los triglicéridos plasmáticos, mejora la presión arterial y evita la formación de trombos, lo que disminuye sustancialmente el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular. Por ello, resulta positiva la incorporación de alimentos que lo contengan desde edades tempranas.
Existen muchas listas de alimentos recomendables para cuidar el corazón. Estos cuatro se destacan en la gran mayoría:
• Salmón. Este pescado de gran consumo en el mundo ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos e incrementa la fluidez de la sangre, al mejorarse la elasticidad de las paredes arteriales. Tiene un alto valor biológico ya que tiene pocas calorías y poca grasa y es rico en ácidos grasos Omega 3, importantes en la protección de la salud cardiovascular. El salmón es un pez de agua salada de captura salvaje, pero hoy en día su amplia disponibilidad obedece a la producción industrializada a través de la acuicultura. Este año se informó que los ejemplares cultivados están contaminados con químicos como el PCB, pesticidas y antibióticos, no obstante, no se habrían detectado diferencias significativas entre los peces que provienen de la captura salvaje y los criados en acuicultura, según afirmó la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas.
• Chía (Salvia Hispánica). Es uno de los alimentos estrella de los últimos años, cuyos beneficios han sido resaltados en más de una ocasión. Está compuesta principalmente de aceites, aunque también es rica en fibra, calcio y antioxidantes, éstos últimos también importantes en la prevención de la enfermedad cardiovascular. El aceite presente en las semillas de esta planta posee un elevado porcentaje de ácido graso Omega 3 “vegetal”, denominado ácido alfa linolénico, el cual es un nutriente esencial que debe ser incorporado a través de la alimentación o de suplementos nutricionales, ya que el organismo no lo sintetiza.
• Aceite de oliva virgen extra. Recomendado por la Fundación Española del Corazón, ayuda a las lipoproteínas a ser más resistente a la oxidación, previniendo la formación de placas de arterioesclerosis. Su componente principal es el ácido oleico que contribuye a disminuir el colesterol LDL (conocido como el ‘colesterol malo’), sin reducir los niveles de HDL (identificado como el ‘colesterol bueno’). A pesar de que el oleico es un ácido graso monoinsaturado también contiene saturados y poliinsaturados, entre los que destaca el Omega 3. Su aporte de vitamina E, antioxidante, previene el daño de los vasos capilares.
• Nuez. Es el único fruto seco con una cantidad importante de Omega 3 de origen vegetal y también fuente de vitamina B6, ácido fólico, magnesio y cobre. Además, es rica en proteínas y no posee colesterol, según estudios de la Asociación Española de Dietistas y Nutricionistas (AEDN). Seguir una dieta suplementada con nueces reduce la presión arterial, el nivel de lípidos en sangre y la inflamación, además de influir de forma beneficiosa en todos los factores de riesgo que intervienen en las enfermedades del corazón. No obstante, como son muy calóricas, no conviene consumir más de seis diarias.