Enojado y decepcionado. Así está Antonio De Laurentiis, el hombre que preside al Nápoli. La salida de Gonzalo Higuaín para firmar con la Juventus lo dejó con el corazón partido al medio, aunque el club le hayan entrado 90 millones de euros por la clásula de rescisión.
“Algunos dicen que es una exageración hablar de traición, y sin embargo, yo creo que todo lo contrario, ya que esta elección de Higuaín es una plena traición”, dijo el el presidente napolitano, que agregó: “También incluye ingratitud”.
De Laurentiis no quería vender a Higuaín y hasta le ofreció renovar el contrato. Pero el delantero argentino rechazó esa posibilidad y le dio el OK a la Juventus para que ejecute la cláusula de rescisión de 90 millones de euros.
“Me imaginaba otro tipo de comportamiento. Es cierto que había una cláusula y no se ha cometido ninguna incorrección formal, pero este es un fútbol sin escrúpulos donde ni siquiera se respetan los sentimientos”.