Un situación insólita se vivió en un partido de segunda división del Campeonato Gaúcho, en Brasil. La Polícia ingresó al campo de juego y se llevó detenido a futbolista Marlon Natanael de Lima Alexandre, delantero del Grêmio Esportivo Sapucaiense, un club de la segunda categoría del certamen del estado de Río Grande do Sul.
“Él venía siendo investigado por nuestra comisaría por un secuestro exprés de una persona abordada en un centro comercial y que fue retenida mientras usaban sus tarjetas de crédito para compras“, explicó el comisario Cesar Carrion, de la Comisaría Segunda de Policía Civil de Porto Alegre, citado en el comunicado de la institución.
El atacante, de 21 años, fue arrestado durante la tarde del miércoles, cuando se disputaba el encuentro frente a Atlético Farroupilha, que se llevaba a cabo en el estadio Arthur Mesquita Dias de Porto Alegre, correspondiente al torneo regional del estado más meridional de Brasil.
En las imágenes, se lo ve a De Lima Alexandre sentado en el banquillo de suplentes del Sapucaiense, cuando los detectives ingresaron a la cancha a los 15 minutos de iniciado el partido para detenerlo a la vista de los espectadores y sus colegas.
“La detención se produjo tranquilamente dentro del estadio. El club defendido por el preso no tiene ninguna relación con los crímenes investigados. Incluso sus dirigentes colaboraron con la Policía en el momento de la detención”, aseguró el comisario Carrion.
El responsable por la investigación dijo que otras seis personas ya fueron detenidas, igualmente, acusadas por el mismo secuestro exprés.
De acuerdo con Carrion, en el desarrollo de la investigación, los detectives descubrieron que ya existían otras tres órdenes de detención para el jugador de Sapucaiense, pero que recién esta semana recibieron la información de que se trataba del futbolista.
El delantero también había sido detenido el año pasado por haber recibido un vehículo denunciado como robado, aunque negó las acusaciones ante los periodistas que lo esperaban en la comisaría.
“Es lamentable que un futbolista participe en la clandestinidad de crímenes. Él tiene un salario de más de 1.000 reales (unos 320 dólares)mensuales y podía tener un futuro brillante”, se lamentó Carrion.