Los coches autónomos cambiaron la industria automotriz. Engendraron un nuevo espacio, un campo fértil para rearticular la mecánica de los autos. Concibieron un género virgen capaz de estimular el desarrollo de creaciones integradas al futuro con la mera finalidad de prestar soluciones útiles a la sociedad. Una fuente inagotable de herramientas prácticas diseñadas especialmente para romper con lo establecido y complacer o remendar algunos demandas actuales de las comunidades. Desde las necesidades más urgentes hasta los requerimientos más triviales. La tecnología en los autos forjó un escenario libre para el vuelo creativo. La autonomía es la solución, y la pizza es la emergencia.
Los fanáticos de las pizzas tienen ahora garantía de puntualidad, eficacia y decoro de un moderno software vehìcular. DRU es el coche autónomo que repartirá por las calles de Nueva Zelanda. Es parte de un convenio entre el gobierno neozelandés con la casa Domino’s Pizza.
Dómino’s Robot Unit es un programa conjunto simulará pruebas de distribución de pedidos a domicilio. Un desarrollo de alta tecnología comparable a los coches autónomos de Google, aunque con variaciones en el material transportado: porciones por humanos.
Mide apenas un metro. Está equipado para albergar diez cajas con sus correspondientes bebidas dotado por un componente que le permite conservar la temperatura a ambos elementos.Alcanza una velocidad máxima de 18 kilómetros por hora. Capacitado para satisfacer las demandas de los clientes en tiempo y forma. Adaptado para circular por terrenos hostiles, por calles, tierra, pasto, veredas.
Con un GPS como referencia, su software omite potenciales errores humanos y hace el reparto de manera más efectiva. El delivery autónomollamado DRU haría primitivo y artesanal el convencional reparto a domicilio en bicis, motos, coches, camionetas.
Nueva Zelanda penetra en la industria con estas evaluaciones de vehículos sin conductores para demostrar innovación y seducir a reformistas de la vanguardia tecnológica. La concepción de un robot/auto que envía las imágenes de sus cámaras de vigilancia a sistema de nube para configurar su radio de acción potencia al país como un campo de pruebas dispuesto a implementar y adoptar nuevas técnicas del desarrollo humano.
El gobierno ha estudiado y analizado las leyes en coches autónomos, ha garantizado marcos regulatorios de la actividad y hasta ha aprobado legislaciones para el despliegue de vehículos aéreos no tripulados.