La medida es auspiciada por Consumidores Libres, la CTA-Autónoma, la Defensoría de la Tercera Edad, la Federación Universitaria Argentina, la Federación Agraria Argentina, Barrios de Pie, Partidos Libres del Sur, Partido GEN y el Partido Socialista, entre otros.
Héctor Polino, representante legal de Consumidores Libres, recordó que la protesta denominada SuperVacíos, que ya se realizó el 7 de abril último, y dijo que se volverá a hacer “porque los precios de los productos no bajaron y siguieron subiendo”.
Asimismo, explicó que este tipo de boicots de compra sirven para concientizar a la población “a pesar de la publicidad que ese día hicieron las grandes cadenas en los diarios, publicando avisos con descuentos que iban hasta el 80% en la segunda unidad, y la carne vacuna la ofrecían a mitad de precio”.
El ex diputado nacional consideró que el boicot de abril tuvo “una adhesión masiva”, y que fue difundido en todos los medios pero “no tanto en la prensa escrita”.
Expresó que el boicot está dirigido a todos los formatos de las grandes cadenas, ya sea hipermercados, super y los pequeños formatos barriales, ya que a su entender todos “son formadores y distorsionadores de precios”.
Según el relevamiento de precios que hace la entidad sobre una canasta básica de 38 productos, en la primera quincena de abril hubo un aumento de 1,84% en promedio. De los 38 productos relevados, 23 aumentaron, tres bajaron y 12 mantuvieron su valor.
Asimismo, consignó que el acumulado del 1° de enero al 15 de abril indica que el incremento de precios fue del 14,42%.
Sobre el Sistema Electrónico de Precios (SEPA), que se lanzará a fin de mes para que los consumidores puedan comparar los valores en los diferentes supermercados, consideró que su utilidad será “limitada”, porque “no todos tienen acceso a Internet y no todos tienen tiempo de ir de un local a otro para ahorrar”.
“El sistema mostrará lo abusivos que son los precios y ese listado de valores no llevará a que bajen”, agregó.