Con la presencia de las máximas autoridades del Poder Judicial de la provincia, el gobernador Hugo Passalacqua y parte de su gabinete, el vicepresidente de la Legislatura, Orlando Franco, y la familia y amigos en la primera fila, asumió este miércoles como ministra del Superior Tribunal de Justicia Liliana Mabel Picazo, en medio de una ovación inédita para este tipo de ceremonias.
Atento a la cantidad de gente que asistió a la ceremonia, que por los gritos y cánticos tuvo un tinte futbolero, el acto de jura se concretó en el hall del Palacio de Justicia de la avenida Santa Catalina casi Centenario. Hubo asistencia perfecta de funcionarios judiciales de toda la provincia, de distintos fueros. Se vio a magistrados de Instrucción, civiles y comerciales, camaristas y, claro está, los demás miembros de la Corte misionera.
También estuvieron jefes de fuerzas de seguridad, representantes de la Justicia Federal y el intendente de Posadas, Joaquín Losada.
Primero se leyó el decreto de nombramiento. Y después vino el esperado juramento, que lo tomó el actual presidente del STJ, el doctor Froilán Zarza. Desde ahora, la máxima instancia judicial de la provincia vuelve a tener nueve miembros.
Picazo llegó al cargo luego de que su nombre fuera propuesto por el gobernador Hugo Passalacqua y que la Legislatura aprobara su pliego por unanimidad.
La ahora ministra empezó en el Poder Judicial hace 43 años cosiendo expedientes. Fue jueza entre 1987 y 1991, año en que asumió como fiscal del Tribunal Penal Uno, cargo que desempeñó hasta esta semana.
Antes del acto, volvió a repetir los conceptos vertidos luego de que la Cámara de Representantes le diera el visto bueno a su designación: “Hay que trabajar con más ánimo porque la crisis de credibilidad que la sociedad tiene con respecto a quienes conducimos en uno u otro aspecto las instituciones del país, es mucha. A la gente hay que darle respuestas. Desde este nuevo lugar que voy a empezar a transitarlo en un tiempo, que es un cuerpo colegiado donde hay que consensuar o disentir, es un espacio donde voy a ser parte del pensamiento que se va a reflejar en una sentencia. Ya sea en soledad, por mayoría o en unanimidad. Es una tarea delicada y trascendente. Porque una sentencia del órgano judicial más importante de la Provincia es fundamental y tiene un efecto para todos, no solo para los que están en el litigio o forman parte del proceso penal, civil, contencioso o familiar”.
Admitió los sentimientos encontrados que sintió ayer al dejar la Fiscalía, donde asegura haber dejado un equipo aceitado de trabajo. “Es una responsabilidad grande la que asumo en este momento. Estoy comprometida con esta provincia”, reiteró.
Cuando respondió el “Sí, juro”, decenas de presentes empezaron a corear “Liliana, Liliana”. Muy emocionada, Picazo saludó uno a uno a sus pares, al gobernador y al procurador Miguel Ángel Piñero. Después se ubicó en el estrado al lado de ellos.
Finalizado el acto, la fila para saludarla fue interminable. La “candidata del pueblo” ya es parte del Superior Tribunal.