La investigación por el crimen de Mario Agustín Salto, el nene que fue abusado sexualmente y descuartizado en la localidad santiagueña de Quimilí, está marcada por el hermetismo y la falta de certezas. Aún así, se pudo saber que en las últimas horas liberaron a tres de los seis demorados que tenía la causa.
Primero se quebraron y confesaron haber violado y asesinado al nene de 11 años. Después, se incriminaron entre ellos y al final se desdijeron. Así avanza también el intento de esclarecer la macabra historia: marchas y contramarchas. De las personas que siguen demoradas, dos son carniceros y habrían sido los encargados de “hacer desaparecer” el cuerpo.
Otro dato que trascendió es que el o los asesinos quisieron borrar todos sus rastros y por eso lavaron el cuerpo. No lo lograron. Los investigadores pudieron encontrar restos de ADN de al menos dos personas que se están analizando. También se esperan los resultados de las pericias de sangre sobre el calzoncillo y el cuchillo secuestrados.
Por ahora, no se descarta ninguna hipótesis. Incluso siguen una pista sobre cultos religiosos en la zona. Mientras tanto, los quimilenses no pueden todavía salir de la conmoción y mañana martes volverán a marchar en reclamo de justicia.
