Ellis Hill, quien trabaja como conductor de Uber, todavía no puede salir de su asombro: gracias a una generosa pasajera que trasladó en Filadelfia podrá viajar a Río de Janeiro para ver a su hijo competir en lanzamiento de peso durante los Juegos Olímpicos.
El vínculo entre Hill y Liz Willock nació durante un viaje de una hora. Durante ese tiempo pudieron charlar y HIll habló sobre su hijo deportista, Darrel. Cuando ella le preguntó si viajaría a Brasil para verlo, él dijo que no podía permitírselo.
“Cuando le conté sobre mi hijo ella realmente se sorprendió, pero cuando me preguntó si iba a Río para verlo, le dije que realmente no me lo podía permitir,” contó él a la revista People.
El diálogo que tuvieron dentro del auto y que reprodujeron para los medios fue más o menos así:
Liz: “Si pudiera conseguirte un boleto, ¿irías?”.
Ellis: “¡Oh, mi Dios, yo ni siquiera te conozco!”.
Liz: “Creo que tú y yo estábamos destinados a conocernos y voy a tratar de hacer que esto suceda”.
EN CAMPAÑA
Ella cumplió su palabra y se puso enseguida en acción. Se contactó con gente del rubro de turismo, a quienes conocía por su trabajo, y de Uber. Además, creó una campaña en un sistema de crowdfunding pidiendo donaciones por 7.500 dólares para ayudar a Ellis: en solo dos días ya habían conseguido el dinero
El conductor salía de la iglesia cuando recibió la noticia de que finalmente podría viajar a Río. Todavía no lo puede creer.