Poco a poco, la voz de Lázaro Báez se conoce y repite una frase casi como un slogan: “No soy testaferro de la familia Kirchner”. Desde la cárcel, a casi tres meses de su detención por la causa por “la ruta del dinero K”, el empresario K dio una breve entrevista telefónica en la que aseguró que hay “manos extrañas” que quieren que la investigación por lavado de dinero termine en él y su familia.
En un diálogo con el periodista Luis Gasulla, para Infobae, el empresario K reiteró: “No soy testaferro de Cristina Fernández de Kirchner, ni de la familia Kirchner. Un testaferro no pediría en la causa, por escrito, que se investigue la obra pública. Aparentemente, todo el mundo pretende que se corte el hilo en Lázaro Báez”.
Luego negó la existencia de un pacto de impunidad entre él y la expresidenta: “Nopara nada. Por eso le estoy diciendo y está escrito en el expediente, no es una expresión para quedar bien. Hemos pedido la investigación, precisamente, de la obra pública”.
También se desentendió cuando se le consultó si la expresidenta lo traicionó: “No sé si trata de traición o no traición. Lo que sí creo es que hay demasiada mano extraña para que el hilo se corte en Lázaro Báez. Le hablo de la investigación”.
Por otro lado, se mostró molesto ante los insultos que recibieron sus hijos Leandro, Luciana y Melina cuando llegaron a Buenos Aires este jueves: “Es una expresión de lo que le estoy diciendo. Lo insultaron mientras que atrás sale el hijo de la expresidente, muy amable, con una recepción fantástica. Pero nosotros no éramos los que manejábamos los intereses de este país ni tampoco éramos, como dicen, los que direccionaban la obra pública. Es macabro que se direccionen todos esos insultos hacia mis hijos”.
Para el empresario, los ataques a su familia fueron orquestados aunque no supo si acusar al kirchnerismo de aquel cuestionamiento: “No sabría decírselo pero que está armado, está armado. No piensan que hay una familia detrás. Ni tampoco que hay una investigación que aún no finalizó. Fuimos condenados anticipadamente”.
Finalmente negó ser un preso VIP: “¡No! Creo que la penitenciaria salió a mostrar en dónde estamos. No tengo ningún privilegio”.