El consumo masivo de las redes sociales alrededor del mundo generó diferentes micromundos dentro de las diversas plataformas que envuelven la ansiedad y los comportamientos de millones de seres humanos. La mayoría de ellas permite subir imágenes, agregarles un comentario y que sean libres por las redes.
Daniel Halpern es especialista en medios sociales y digitales. El profesor chileno de la Pontificia Universidad Católica de Chile analizó la relación entre la calidad de las relaciones de pareja y la tendencia (o no) de las mismas a subir autorretratos en sus cuentas. Las tan conocidas selfies. La práctica no corresponde a ninguna generación: es de todos. Y viene a desarrollar una conclusión que -a priori- sorprende en sus razones.
Para Halpern, las selfies no ayudan a fortalecer el vínculo sentimental. Más bien lo contrario. Y todo está basado en dos razones. La primera, según la investigación, son los celos. No se trata solamente de exponer la intimidad, sino también la problemática que genera retratarse a uno mismo constantemente, como también los comentarios y las interacciones públicas, muchas veces inoportunas o poco correctas.
Los resultados del trabajo de Halpern demostraron que los celos en la pareja, y los consiguientes conflictos, aumentan en paralelo al incremento de selfies publicados por uno de sus miembros. Cuando alguien se fabrica una imagen ideal online tiende a minusvalorar a su pareja en el mundo real.
El segundo motivo se apoya en los datos del trabajo, pero también en recientes teorías de la psicología social que señalan que la utilización individualista y egocéntrica de las redes sociales conduce a un aumento considerable del narcisismo. Y lo que ocurre cuando alguien se fabrica una “imagen ideal” en las redes sociales es que tiende a minusvalorar a su pareja del mundo real. La comparación entre la gris realidad del día a día y el mundo ficticio de las redes hace que la primera pierda puntos.
Lo confirmó un estudio elaborado por la Ohio State University de Estados Unidos, publicado en la revista Personality and Individual Differences, reveló que cuanta más tendencia tiene una persona a publicar autofotos en las redes sociales, mayor predisposición presenta a padecer trastornos de personalidad como narcisismo o psicopatía.
Las redes sociales, si bien supone un gran avance en cuanto a comunicación, no parece ser beneficioso para las relaciones humanas, especialmente la pareja. Según el psicólogo Gregory L. White de la Universidad de California (Estados Unidos), la necesidad de ser únicos para esa persona está controlada por procesos hormonales.
Sucede que cuando el otro integrante de la relación no presta la atención exclusiva, aparecen las suspicacias. Las redes sociales convierten a uno en sospechoso y al otro en policía, llegando a sospechas de los factores más remotos con tal de confirmar que el comportamiento del otro no es el adecuado.