Las principales medidas que tomaría Trump en sus primeros días de gobierno

El presidente electo define varios decretos con los que planea concretar el cambio que prometió.

El Salón Oval de la Casa Blanca será el escenario de una postal impensada: la oficina del presidente de los Estados Unidos será el lugar donde se produzca la primera reunión entre Barack Obama y su sucesor, el polémico Donald Trump, en medio de fuertes protestas contra el mandatario electo.

El republicano -que basó su campaña en propuestas contra los inmigrantes- se impuso en las elecciones contra todos los pronósticos al derrotar a Hillary Clinton y mantiene fuertes diferencias con el actual mandatario. De hecho el comienzo de su gestión estaría signado por la derogación de todos los decretos de Obama.

Trump convenció a los estadounidenses con su mensaje de “cambio real” y a partir del 20 de enero de 2017 impulsará una serie de transformaciones durante sus primeros 100 días de gobierno. Al final de la campaña había prometido un “primer día muy ocupado” en la Casa Blanca, remarcando que el cambio empezaría en su primer día en el cargo.

El republicano, de 70 años, basó su promesa de “devolverle la grandeza” al país con dos ideas centrales: reimpulsar la economía y fortalecer la seguridad nacional. Su intención es renegociar desde el primer día en el Despacho Oval el tratado de libre comercio de América del Norte (NAFTA, en inglés) y sacar a Estados Unidos de la Asociación Transpacífica (TPP).

El magnate de los bienes raíces planea levantar restricciones a la explotación de combustibles fósiles, relanzar el oleoducto Keystone XL detenido por el presidente Barack Obama y suspender el pago de miles de millones de dólares a los programas de la ONU contra el cambio climático.

Uno de los ejes de la campaña del republicano fue su discurso antiinmigratorio y racista, por lo que planea “expulsar del país a los más de 11 millones de inmigrantes ilegales criminales y cancelar visas de países que no los acepten de nuevo”, como él mismo declaró. También suspenderá la inmigración procedente de “regiones propensas al terrorismo” y hará una “examinación extrema” de quienes busquen entrar al país.

El presidente electo pretende además cumplir su promesa emblema de su campaña de construir un muro en la frontera con México -que según él pagará el país vecino- así como la imposición de una pena mínima de dos años de cárcel para cualquier inmigrante indocumentado que trate de volver a entrar a los Estados Unidos.

Trump prometió además “drenar el pantano” de la corrupción en Washington, imponiendo límites a los períodos de los legisladores, congelando la contratación de agentes y prohibiendo por cinco años a congresistas y trabajadores de la Casa Blanca convertirse en “lobbistas”.

Otro de sus objetivos será acabar con todos los decretos firmados por Obama, que según él son inconstitucionales. Uno de los programas que planea eliminar en lo inmediato es el plan de salud impulsado por el mandatario, la reforma conocida como “Obamacare”.

A pesar de las tensiones con su partido -que controla la cámara baja y el Senado- Trump dijo que trabajará con los legisladores para aprobar leyes que crearán al menos 25 millones de puestos de trabajo en una década, principalmente mediante la “mayor reducción de impuestos” desde los ’80 para la clase alta y las empresas.

El republicano espera además atraer inversiones por mil millones de dólares para infraestructura en la próxima década, a través de alianzas público-privadas y fuentes privadas, impulsadas por una baja impositiva.

¿Cómo pagar por esas iniciativas? ¿Cuánto puede lograr? Muchos expertos dudan que efectivamente pueda lograr sus promesas. Durante su discurso en Gettysburg no dio detalles sobre cómo será su estrategia en política exterior para los primeros cien días.