La sonda japonesa que está dando vueltas alrededor de Venus envió fotografías de una de las ondas más grandes que nunca antes se haya en el Sistema Solar.
Los científicos creen que la onda se generó de una forma similar a como se forman las ondas en la superficie del agua de un riachuelo que corre sobre un fondo de rocas.
En este caso, el agua es la atmósfera inferior y el fondo rocoso son las montañas en la superficie de Venus.
Las imágenes del fenómeno que se prolongó por cuatro días fueron tomadas endiciembre de 2015.
Venus es el segundo planeta según la distancia al Sol y el más caliente de todos, con temperaturas que llegan hasta los 460º C.
Algo que resulta curioso, es que la estructura -que se extendió por 10.000 kilómetros- se mantuvo estacionaria a la altura de la cima de las nubes de Venus, en una región montañosa conocida como Aphrodite Terra.
Así lo señalaron Makoto Taguchi, de la Universidad Rikkyo University en Japón, y Atsushi Yamazaki, de la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa.
También notaron que su temperatura era mayor que la de las regiones de la atmósfera circundante.
Esto, en principio, resulta difícil de entender si tomamos en cuenta que en la densa atmósfera superior del planeta las nubes se desplazan a 100 metros por segundo.
La velocidad a la que viajan las nubes es mucho más rápida que la velocidad de rotación del planeta. Éste gira sobre su eje tan lentamente que un día en Venus dura más que un año, es decir, el tiempo que le toma al planeta completar su órbita alrededor del Sol.
Según los investigadores, el fenómeno es el resultado de una onda de gravedad que se genera cuando la atmósfera inferior pasa sobre las montañas y luego se propaga hacia arriba, a través de la densa atmósfera de Venus.
Las ondas de gravedad se producen cuando un fluido -como un líquido, gas o plasma- se desplaza desde una posición de equilibrio.
“Si tenés una corriente que fluye sobre una roca, se generan ondas de gravedad que se propagan hacia arriba a través del agua. En la superficie de la corriente, lo notarás por los cambios en la altura”, explicó Colin Wilson, científico planetario de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, quien no está involucrado en el estudio.
“Lo que está pasando aquí es un poco diferente, porque lo vemos en las temperaturas más altas de las nubes. Pero las partículas de aire se están moviendo hacia arriba y hacia abajo, como se mueven las partículas de agua”, añadió.
Dinámica compleja
En el estudio, publicado en Nature Geoscience, los científicos señalan que esta investigación “presenta evidencia directa de la existencia de ondas de gravedad estacionarias y muestra también que estas pueden ser de gran escala, quizás las más grandes observadas nunca antes en el Sistema Solar”.
Según le dijo Wilson a la BBC, los científicos están en lo cierto: “(la estructura) se extiende de polo a polo, lo cual es una distancia fenomenal”.
“En Júpiter no puedes tener algo así porque la rápida rotación del planeta hace que la atmósfera se divida en cinturones. La rotación lenta de Venus es lo que permite que se dé un fenómeno como éste”.
Las observaciones hechas por los investigadores japoneses muestran que la dinámica atmosférica en Venus puede ser más compleja de lo que se suponía.
Pablo Esparza