El cerebro de las palomas es, desde hace un tiempo, un desafío constante para los neurocientíficos. Hace un tiempo, investigadores de la Universidad de Iowa en Estados Unidos descubrieron que las aves son capaces de categorizar objetos en una operación similar mental a la que efectúan los niños cuando aprenden las palabras.
Con independencia del idioma que se utilice o la cultura a la que se pertenezca, la capacidad de leer es un aspecto asentado en el cerebro humano, el cual se debe desarrollar. Esta facultad de las personas es la que activa una región del órgano pensante llamada área visual de formación de palabras, la que también habrían desarrollado y evolucionado las palomas.
La afirmación surge del trabajo de un grupo de científicos de las universidades de Otago (Nueva Zelanda) y Ruhr (Alemania), entrenaron a un pequeño grupo de palomas y las adiestraron durante ocho meses con un solo objetivo: que lograran discriminar una cantidad específica de palabras de cuatro letras entre muchas combinaciones que no formaban palabras.
Algunos científicos lo atribuyen a un fenómeno de “reciclaje neuronal”; es decir, reconocer las palabras reutilizando las mismas células nerviosas que antes se empleaban para detectar simples objetos o caras. Algo que -teóricamente- también está al alcance de otros animales.
Los investigadores, tras seleccionar a las cuatro aves más “inteligentes” de un grupo de 18, las adiestraron durante casi 250 días y consiguieron que discriminaran hasta 58 palabras en inglés y más de 8.000 combinaciones de las mismas que tenían un error y no formaban ninguna palabra. Con el pico, las palomas señalaban la letra errónea.
El psicólogo Damian Scarf fue quien lideró el estudio que se publicó en la prestigiosa revista internacional Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Onur Gunturkun, uno de los co-investigadores y profesor de la universidad alemana, explicó que “las palomas se separaron evolutivamente de los humanos hace más de 300 millones de años. Tienen diferentes arquitecturas cerebrales y muestran una habilidad para el procesamiento ortográfico que es asombroso”.
Como explican los autores de la investigación, las palomas detectaron las uniones de dos letras (diagramas) admitidas por el idioma inglés para representar un sonido, habilidad básica en la adquisición de competencias ortográficas.
“La reacción de las palomas hacia las palabras conocidas y las tergiversadas demostró su sensibilidad singular respecto a la posición de letras en la palabra”, explicó Scarf.