“No puedo soportar cómo somos tratados, no tenemos que llegar a las protestas porque nos tratan mal. Necesitamos tener nuestros derechos”, dijo entre lágrimas Zianna, una nena negra de nueve años, y conmovió a los estadounidenses con un emotivo discurso en repudio a la violencia racial.
Zianna Oliphant, que tuvo que subir a un banco porque no llegaba al micrófono y el público no podía verla, habló en el primer consejo comunal de Charlotte tras el inicio de las protestas después de la muerte causada por la policía del afroestadounidense Keith Lamont Scottpor.
Intentó contener las lágrimas, pero no pudo y estalló en llanto al hablar sobre la vergüenza que significa el asesinato de “nuestros padres y nuestros abuelos”.
“Es una vergüenza que nuestros padres y nuestros hermanos sean asesinados y nosotros no podamos verlos más. Es una vergüenza que tengamos que ir a los cementerios y sepultarlos, es una vergüenza no tenerlos más con nosotros”, afirmó.
Frente a una platea de residentes de Charllotte emocionados, sobre todo afroamericanos, que fueron a expresar su rabia y dolor a los dirigentes de la ciudad, Zianna dijo: “Nací y viví siempre en Charlotte y nunca me sentí así”.
Muchos han pedido la renuncia del alcaldesa de Charlotte, Jennifer Watson Roberts, y de la cúpula policial. El martes de la semana pasada, manifestantes se enfrentaron a policía después de que un agente matara Keith Lamont Scott, de 43 años, quien según las autoridades “iba armado”, mientras su familia aseguró que estaba leyendo mientras esperaba a que llegara su hijo de la escuel