Las ardillas terrestres de El Cabo, Xerus inauris, esconden sus reservas de comida en diferentes lugares para protegerlas de sus rivales. El problema viene después, a la hora de recuperarlas. Estos animales, propios del África austral, viven en un entorno muy árido y sin apenas hay vegetación, así que resulta difícil establecer puntos de referencia para localizar el escondite. Investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) han investigado una colonia de estos roedores y han descubierto que utilizan el Sol para orientarse y saber dónde deben buscar. Su trabajo lo publica la revista Scientific Reports.
En su experimento, los científicos dieron comida a las ardillas y siguieron sus desplazamientos con GPS. Así observaron que se movían prácticamente en línea recta hacia el Sol o alejándose de él hasta encontrar un lugar idóneo para ocultar sus alimentos. El proceso se repetía 24 horas después, en ese caso, para volver a por su botín, es decir, cuando la posición del Sol era virtualmente la misma.
Sin embargo, en algunas ocasiones, las ardillas terrestres de El Cabo regresaban a por la comida antes de que se cumpliese ese plazo de 24 horas: en concreto, cuando el ángulo de los rayos solares sobre la superficie era inverso al del momento en que la escondieron. Es decir, las ardillas cuentan con dos momentos para regresar a por la comida.
“Las ardillas parece que tienen cierta flexibilidad a la hora de recuperar la comida del escondite seleccionado el día anterior. Esto sucede habitualmente antes de que transcurran 24 horas, si hay más individuos en el grupo durante ese tiempo. Así evitan que los rivales roben su comida”, explica Jamie Samson, del departamento de Biología Evolutiva y Ambiental de la Universidad de Zúrich y autor del estudio.
Se sabe que las abejas o las palomas mensajeras utilizan el Sol como herramienta de navegación. Antes se pensaba que este comportamiento dependía del momento del día o que los animales tenían una especie de brújula interna que usan para compensar el movimiento del Sol. Este nuevo trabajo describe un sistema intermedio y revela que estas ardillas pueden usar el Sol como ayuda de forma flexible y temporal.