El ministro Producción, Francisco Cabrera, junto al director de Defensa de la Competencia, Esteban Greco, presentaron un informe en base a la denuncia que hace la CNDC, de acuerdo a la Resolución 17. El expediente está caratulado como “Tarjetas de Crédito y Débito y Medios de Pago electrónicos S/ investigación de mercado”.
Previo a destacar que presentaron sus recomendaciones al directorio del Banco Central de la República Argentina y a los máximos funcionarios de la Secretaría de Comercio, como autoridades de aplicación de la Ley 25.065 (regula el funcionamiento del mercado de tarjetas de crédito), los funcionarios de la CNDC anunciaron que se investigará el “presunto abuso de posición dominante de Prisma y posible cartelización de los 14 bancos accionistas”. La CNDC pide regular la tasa de intercambio, que explica 95% del costo de las comisiones que pagan los comercios para que haya competencia y baje el actual 3% a un 2,85 por ciento.
Los puntos salientes de la investigación.
1. El mercado en la Argentina. Existen 6 redes principales de tarjetas: 4 con el sistema bancario (Visa, MasterCard, Credencial y Cabal) y otras 2 que operan en un sistema donde el emisor coloca sus propias tarjetas (Diners, American Express). Prisma es propiedad de 14 bancos del país que son los principales emisores de las tarjetas Visa.
2. Fuerte concentración. Hay unas 34,5 millones de usuarios de tarjetas de crédito y otros 37,8 millones de tarjetas de débito, de las cuales los bancos accionistas de Prisma tienen el 79,75% y 71,95%, respectivamente, según los datos de diciembre de 2015.
3. Triple integración vertical de la empresa. Esa cadena banco, más emisor, más adquirente/procesador afecta a la competencia. Ningún banco emisor de tarjetas Visa en la Argentina procesa las transacciones de sus clientes fuera de Prisma, quien además procesa todas las transacciones Visa y concentra el 60% de las transacciones por tarjeta de crédito del país.
4. Altas comisiones. El mercado de tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos presenta una clara falta de competencia en el financiamiento para consumo; falta de transparencia, comisiones altas y retraso tecnológico, que dan lugar a considerar a Prisma (VISA Argentina) y sus accionistas, que siguen conductas anticompetitivas.
5. La posición dominante de la empresa. La presencia de Prisma en el mercado de pagos electrónicos se evidencia en el monopolio en la acción de adquirencia y procesamiento de la tarjeta Visa, en la integración vertical con los principales bancos (tanto privados como públicos); en la presencia dominante en los distintos segmentos: red de cajeros y pagos (Banelco), pagos online (Pago Mis Cuentas) y en las barreras a la entrada de nuevos jugadores.
6. Baja competencia en el mercado de tarjetas de crédito. Los facilitadores de pago tienen dificultades para operar, entre ellas para ingresar al canal presencial con dispositivos que lean tarjetas como Visa, Mastercard y American Express. No pueden procesar por si mismos o procesadores contratados por ellos distintos de Prisma. Tampoco pueden ofrecer servicios más baratos a los comercios, dado de que existe un piso de 3% que deben abonar a Prisma.
7. Poca competencia en el mercado de pago electrónico. Hay que favorecer la baja del costo de financiación para los comercios, a través de la reducción de las comisiones; y, por esa vía, bajar los precios. Se impulsará la introducción de innovaciones tecnológicas en soluciones de pago, como las que se observan en otros mercados del mundo y que mejoran la calidad y el precio de estos servicios para los consumidores.
8. Los que más sufren son los consumidores. El principal objetivo de las recomendaciones emitidas por la CNDC es mejorar las condiciones de competencia y transparentar las condiciones de consumo. Actualmente los precios están distorsionados porque se incluyen costos financieros que las personas que pagan en un sólo pago también están pagando aún sin utilizar la financiación.
Por Carlos Arbia