Semanalmente, la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de la ciudad de Posadas labra hasta 500 actas por estacionar en espacios no habilitados, en el microcentro de la capital provincial.
Las autoridades de tránsito explicaron que las cifras se dispararon en un alto porcentaje, debido al crecimiento del parque automotor y la falta de espacio en el casco urbano. Un verdadero problema para el tránsito vehicular, que cotidianamente afecta a la seguridad vial y ocasiona malestar entre los conductores.
Es que en la travesía por encontrar un espacio disponible para dejar los vehículos, los conductores estacionan en sectores que están destinados para las bicisenda, peatones, discapacidad o taxis.
Una situación que muchas veces desata el enfrentamiento entre los conductores y los afectados, que se quejan de la falta de lugares habilitados.
El monto de las multas que son establecidas por la Justicia, dependiendo de cada caso particular, arrancan en los 1.200 pesos, según precisaron conductores a El Territorio.
José Robledo, jefe del Departamento de Control de Tránsito Municipal, explicó que la problemática se agudizó con el transcurso de los años y el rápido crecimiento del parque automotor en esta ciudad.
“Siempre había multas por este tema, pero ahora vemos que son muchísimas. Más en las zonas de las escuelas, comercios y bancos”, sostuvo Robledo. Dentro del casco urbano, los sectores más complicados se hallan en las esquinas de los establecimientos educativos Roque González, Santa María, Madre de la Misericordia y Mariano Moreno, según precisaron los inspectores.
“Ahí teníamos el problema de los conductores que estacionan en doble fila. Eso volvía un caos al centro, porque había muchos embotellamientos”, sostuvo el funcionario.
El centro caótico
De acuerdo a los registros de tránsito, que datan hace tres años, desde enero a julio se realizaron cerca de 140 actas por estacionar en sectores no habilitados, mientras que en la actualidad esas cifras aumentaron considerablemente.
Por tal motivo, para disminuir el malestar y el caos en el centro, desde el área de Tránsito buscan los caminos que permitan más fluidez y rapidez en el traslado vehicular.
Se plantean nuevas estrategias y medidas que permitan eliminar el estacionamiento en sitios no habilitados y el detenimiento en doble fila. El funcionario señaló que antes de aplicar una multa se apunta a la prevención, “como última instancia se hace la infracción, es una medida que tomamos para evitar los embotellamientos y el caos en el tránsito. Hay muchas motos que estacionan en la vereda, eso también está prohibido”, advirtió.
Operativos de prevención
Para disminuir los riesgos de siniestros viales, la dirección implementó operativos de control, denominados de retorno, que tienen como objetivo reducir los niveles de velocidad en el ingreso de la ciudad.
Los controles se llevan adelante en avenida Quaranta, en el trayecto que comprende las avenidas Jauretche y Santa Catalina, de 12 a 19.30. “Son controles que estamos haciendo con la Policía de Tránsito para concientizar al conductor a reducir la velocidad”, señaló Robledo.
Refuerzan los controles en las escuelas
Reconociendo los graves inconvenientes presentados en las calles cercanas a los establecimientos educativos, donde los conductores estacionan en doble fila, la Dirección de Tránsito implementó nuevas medidas de acción en esas zonas. De esta manera, se pretende agilizar la circulación de los vehículos en el casco urbano. Sobre todo en los tres colegios más conflictivos de la ciudad, ubicados en la calle Colón y La Rioja, Buenos Aires y San Martín, Salta y San Luis. Allí, se instalaron entre cuatro y cinco inspectores de tránsito, que prohíben a los conductores estacionar en doble fila, por más de cinco minutos. José Robledo, director de tránsito, explicó: “Los inspectores van a las 6.30 a las escuelas y le informan a los padres, que no pueden detenerse enfrente de la escuela. Ese era un gran problema que teníamos, porque muchos dejaban los autos con balizas y se bajan a buscar a sus hijos”. Estos operativos, que comenzaron a regir con mayor énfasis desde el comienzo de las clases tienen como fin evitar “el caos y el embotellamiento”, aseguró.