La violencia dijo presente en Villa Sarita

Dos facciones de la barra de Guaraní se enfrentaron en la tribuna y arruinaron una noche de fútbol.

No es frecuente que en las canchas misioneras sucedan este tipo de situaciones y esperemos que no se haga una costumbre, como suele suceder en otras canchas de la Argentina.

El bochorno ocurrió cuando faltaban diez minutos para finalizar el partido y Guaraní todavía estaba perdiendo 1 a 0. Dos grupos de violentos pertenecientes a la barra de Guaraní, se enfrentaron a golpes de puño en la tribuna César Napoleón Ayrault, provocando corridas, miedo e incertidumbre de muchas de las familias que fueron a disfrutar de un partido de fútbol. Durante varios minutos el encuentro siguió a pesar de lo que todos, menos el árbitro, podían observar en la popular. Personas que caían por los escalones chocando con los paravalanchas y pegándose quien sabe por qué motivo. La policía tardó una eternidad en llegar hasta el lugar del conflicto y cuando lo hicieron comenzaron a disparar hacia el cielo, intentando separar a los violentos. Fue en ese momento cuando el árbitro Viñas se percató de la situación y decidió parar el partido, que se reanudaría casi diez minutos mas tarde.

Fue una situación muy desagradable, impresentable y de mucha angustia, sobre todo para aquellas familias que estaban en ese sector del estadio viendo jugar a su equipo. El accionar de la policía dejó mucho que desear al igual que la del árbitro que dejó seguir el encuentro mientras los disturbios continuaban detrás de uno de los arcos.

Ojalá no nos acostumbremos a esto, y podamos seguir yendo a la cancha en paz, con la familia, con la seguridad que merece cada persona que va a disfrutar de un simple partido de fútbol, porque eso es lo que es… un simple partido de fútbol.