El mercado de las drogas no es ajeno a los avances de la tecnología y el tráfico de sustancias ilegales de diseño aumentó un 25 por ciento en los últimos tres años.
La mayoría de los sitios utilizan una combinación de moneda electrónica (bitcoins) y navegadores que permiten mantener el anonimato (Tor). Los envío llegan por medio del correo tradicional como cualquier encomienda.
“La experiencia de las investigaciones muestra un incremento de entre el 25% y el 30% en los últimos tres años”, dijo Horacio Azzolin, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Ciber-delincuencia (UFECI), de la Procuración General.
“El negocio de venta de estupefacientes empieza a trasladarse al mundo virtual en gran medida por el anonimato que proporciona internet. Hoy los vendedores cuentan con mecanismos para accionar sin revelar ni su identidad ni su ubicación”, aseguró.