El argentino Juan Martín Del Potro, aún sin su revés a pleno pero en altísimo nivel con su saque y su derecha, avanzó hoy a la tercera ronda de Wimbledon, tercer Grand Slam del año, tras dejar en el camino al suizo Stanislas Wawrinka, quinto tenista del planeta, por 3-6, 6-3, 7-6 (7-2) y 6-3.
Del Potro, nacido en Tandil y relegado al puesto 165 del ranking mundial de la ATP, empleó dos horas y 47 minutos para doblegar a Wawrinka (5) y así construyó su mejor victoria desde que regresó al circuito en febrero pasado, luego de haberse sometido a su tercera operación en la muñeca izquierda y estar inactivo un año.
El tandilense, de 27 años, volvió a jugar en el All England Club de Wimbledon después de tres años (había sido semifinalista en 2013, cuando perdió con el serbio Novak Djokovic) y le ganó de nuevo a un top ten, lo que le dejó buenas señales para su futuro inmediato en el circuito y también en la Copa Davis.
La “Torre” de Tandil había logrado su último triunfo ante un top ten en el Masters 1000 de Shanghai 2013, cuando le ganó al español Rafael Nadal, entonces número uno del mundo, por 6-2 y 6-2 en semifinales.
Del Potro, quien había superado en la ronda inicial de Wimbledon al francés Stéphane Robert (79), tendrá como próximo rival al vencedor del cruce entre el francés Lucas Pouille (30) y el estadounidense Donald Young (69), quien eliminó del torneo al argentino Leonardo Mayer (90).
El tandilense construyó con mucha paciencia su victoria sobre Wawrinka, a quien había superado en Roma y Madrid 2009, y en Estoril 2012, y había perdido en Umag 2006 y Wimbledon 2008.
El tandilense, con el ánimo por las nubes, continuará su historia en Wimbledon con grandes posibilidades de instalarse en los octavos de final, y después, cuando concluya su participación en el torneo, encabezará el equipo de Copa Davis de la Argentina para jugar los cuartos de final del Grupo Mundial 2016.
Argentina visitará a Italia en Pesaro el 15, 16 y 17 de julio, y con el nivel que mostró hoy Del Potro, se puede soñar con un final exitoso y el regreso a las semifinales de la Davis por segundo año consecutivo, aunque esta vez sería con el as de espadas en la formación.