Svetlana y Yury viven en una casa de campo y recogieron al oso gris que encontraron abandonado, lo criaron y acostumbraron a convivir con ellos. Lo alimentan con 12 kilos de comida por día (pescado, verduras y huevos) y juegan con él. El animal, salvo por su tamaño, no difiere en su comportamiento del que podría tener cualquier mascota en una casa. Comparte la mesa con ellos y hasta mira televisión.
Los Panteleenko (ese es su apellido) dispusieron una habitación en la casa para él y dicen que es muy cariñoso: los abraza constantemente, con el peligro que eso significa para ellos.
Sus dueños decidieron subir las imágenes de su relación a una cuenta de YouTube, y en unas pocas horas tuvieron más de 70 mil reproducciones.