Un ciudadano negro que al parecer se comportaba de forma errática en un centro comercial de un suburbio de San Diego murió ayer baleado por la policía después de sacar un objeto de su bolsillo, apuntarlo hacia los agentes y adoptar una “postura de disparo”, de acuerdo con las autoridades.
La muerte de esta persona representa la tercera en sólo diez días a manos de agentes estadounidenses, en medio de una escalada de tensión por los numerosos casos de afroamericanos abatidos por la fuerza en situaciones poco claras.
En este caso, la Policía abrió fuego luego de que uno de los agentes intentara sin éxito reducir al hombre con una pistola eléctrica, según explicó anoche el jefe de Policía de El Cajon, Jeff Davis, en una rueda de prensa. Davis no especificó de qué objeto se trataba, pero admitió que no era un arma.
Antes de que la policía anunciara la muerte del hombre, docenas de manifestantes se reunieron en el lugar del tiroteo y algunos afirmaron que el hombre había sido baleado con las manos en alto. La fuerza lo negó y difundió una imagen que parecía mostrar al hombre en la “postura de disparo” mientras se acercaban dos agentes con las armas desenfundadas. La imagen fue extraída de un video grabado por un testigo con un celular.
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Esta muerte se produjo apenas unos días después de la muerte de dos hombres negros baleados por la Policía en Tulsa, Oklahoma y Charlotte, Carolina del Norte, donde se registraron protestas violentas.
Los manifestantes en El Cajon se mostraron indignados pero pacíficos. Varias docenas de personas, la mayoría blancos, se reunieron en el lugar y algunos insultaron a los agentes que vigilaban la escena. Corearon “las vidas de los negros importan” y “manos arriba, no disparen”.
Davis instó a la comunidad a mantener la calma y dijo que la investigación sería rigurosa. “Esto será transparente”, dijo. “Varios pares de ojos analizarán esto, no sólo los nuestros”. El fiscal del distrito estaba en el lugar y también investigaría el suceso.
El caso
La policía fue alertada por una mujer que avisó poco después de las 14 que su hermano, un hombre de 30 años, “no se comporta como él mismo” y estaba caminando entre vehículos en marcha.
Cuando lo encontraron, los agentes dijeron que el hombre rechazó “múltiples” órdenes para que sacara la mano del bolsillo y después fue baleado al sacar el objeto que tenía guardado.
Cuando los detectives llegaron al lugar, una testigo entregó de forma voluntaria un video del incidente. Las autoridades no divulgaron la grabación, sólo la escena fija. Los agentes de El Cajon no llevan cámaras corporales.
El Cajon se encuentra unas 15 millas al nordeste de San Diego y tiene una población de unas 100.000 personas. El 69% de sus habitantes son blancos y el 6% negros, según las cifras del censo de 2010. La localidad se convirtió en hogar de muchos refugiados que huyeron de Irak y Siria .