El día fue cayendo y con este, los festejos por los 200 años de la Independencia argentina. El Obelisco ya estaba iluminado y la gente abandonaba de a poco la 9 de Julio cuando un grupo de jóvenes de la autodenominada Fuerza Artística de Choque Comunicativo (FACC) se plantó en la avenida con un enorme cartel que decía “Esto no es independencia” y luego, se desnudó por completo.
Primero, apostaron una bandera estadounidense en el medio de la avenida y captaron la atención de todas las personas que habían participado de los festejos por el Bicentenario de la Independencia. Una vez que la gente se fue concentrando para verlos, comenzaron el despliegue.
Los activistas se quitaron toda la ropa y se fueron arrojando sobre el asfalto, más precisamente sobre la bandera norteamericana allí apostada. Los cuerpos quedaron inmóviles a la intemperie durante varios minutos.
La intervención fue en repudio a las relaciones con los EEUU y al hecho de que “un funcionario negacionista siga ocupando cualquier cargo público”, según dijeron a la revista Mu. Se referían al hecho de que Darío Loperfido haya renunciado al Ministerio de Cultura porteño pero no a la dirección del Teatro Colón.
El funcionario de Horacio Rodríguez Larreta presentó su dimisión la semana pasada luego de las reiteradas protestas de artistas, intelectuales y organismos de Derechos Humanos por haber asegurado que los desaparecidos de la última dictadura militar no habían sido 30 mil.
Con pancartas que llevaban la leyenda “30 mil chaus”, los artistas mostraron su repudio frente a la continuación de Lopérfido en el teatro luego de sus polémicas declaraciones. A principios de este año, el funcionario había afirmado que “en Argentina no hubo 30 mil desaparecidos”.
Los activistas usaron máscaras y globos negros con la leyenda “Lopérfido, fuera del Colón” para exigir su renuncia también en el histórico teatro, porque “es una vergüenza que un funcionario negacionista siga ocupando cualquier cargo público”.
El acto organizado este viernes en la plaza frente al Teatro Colón por la llamada “Noche de los 200 años” fue también blanco de sus críticas. “Es un escenario montado afuera, no dejan ingresar al público al teatro y pusieron unas gradas en las que solo entran 1.400 personas. Esa es su mirada de la política cultural y eso también es lo que repudiamos”, precisó uno de los artistas que participaron.
El FACC se define a sí mismo como un equipo no partidario de artistas que utilizan el lenguaje corporal y el espacio público para intervenir en temas de actualidad que los movilizan.
