Los servicios de streaming de música, como Spotify, Deezer y Tidal, siguen sin reportar ganancias, pero su explosivo crecimiento les muestra un futuro prometedor.
Según un estudio realizado en Estados Unidos por BuzzAngle, el audio on demand creció un 82,6% en 2016 en relación al año pasado, con un total superior a los 250.000 millones de streams. Mientras que el consumo de video apenas subió un 7,5%.
El total de canciones consumidas por esta vía el año pasado aumentó un 27,2%. Otro dato que marca la tendencia: hubo más reproducciones de temas online durante cualquier día de 2016 (un promedio de 1.200 millones) que downloads totales en el año (unos 734 millones).
Esto habla del franco retroceso del download como medio para disfrutar de la música. El año pasado, la descarga de álbumes cayó un 19,4% y la de canciones un 24,8%.
La otra tendencia que destaca el informe es el crecimiento del vinilo: mientras la ventas de CD se retrajeron un 14% en relación a 2015, la de los LP aumentó un 25,9% y, al menos en norteamérica, ya representa el 8% del total de las ventas de música en formato físico.
Un fenómeno imparable.