La Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad registró en el período abril a junio un ingreso mensual total promedio de las familias del distrito de $22.227, tras haberse incrementado 34,7% en comparación con similar período del año anterior.
En ese período, el valor de la canasta básica total, que determina el umbral de pobreza, fue estimado por el organismo de estadística de la Capital Federal en $15.510. Se elevó 41,9% cotejado con el nivel de un año atrás.
De ahí surgió un deterioro del poder de compra de los ingresos totales de los hogares del mayor distrito urbano del país de poco más de 5 por ciento.
El deterioro de la capacidad de adquisición de los bienes y servicios esenciales que necesita consumir una familia en un mes alejó la posibilidad de reducir el umbral de pobreza en la Ciudad, habida cuenta de que la serie actualizada de distribución del ingreso arrojó que, en promedio, poco más de la mitad de los grupos habitacionales no llegó a sumar más de $15.102, unos $408 por debajo de ese umbral.
Ese fenómeno de profundización de los índices de pobreza e indigencia en la Ciudad, y más aún en el interior del país, ya había sido anticipado por el Informe del Observatorio de la Deuda Social que elabora la Universidad Católica Argentina, a comienzos de agosto.
Cabe recordar que el Indec difundió el 22 de septiembre el valor de la Canasta Básica Total para el radio del Área Metropolitana, Ciudad y Gran Buenos Aires, con un promedio para el segundo trimestre de $11.780; el umbral de indigencia, en tanto, lo ubicó en $4.831. Para mañana tiene previsto dar a conocer la “incidencia de la Pobreza y de la Indigencia”, pero aún no fijó fecha para volver a publicar la serie de Distribución del Ingreso en los 31 Aglomerados Urbanos.
BRECHA DE INGRESOS NOMINAL Y HORARIA
Según esa serie, la brecha de ingresos entre el 10% de los hogares con menores recursos –unos $4.416- y el 10% del extremo superior –que ascendió a $66.457- fue estimada por la DGEC en 15,01 veces, y se amplió a 17,5 veces en el caso del promedio de ingreso de la ocupación principal, o jefe de hogar.
Sin embargo, de la estadística oficial surge que más de la mitad de esa brecha de recursos monetarios se origina en la baja intensidad laboral del primer grupo, con apenas una media de 19 horas semanales, en contraste con el último grupo que trabaja aproximadamente 43 horas por semana.
De ahí que en términos de ingreso promedio horario de trabajo, la brecha entre dichos segmentos mínimos ($30,39) y máximos ($235,15) de grupos que comprende al 10% de los ocupados en esa condición fue de poco más de 7,7 veces.
Por Daniel Sticco