La Agencia Espacial Europea (ESA) necesita “varios cientos de millones” de euros para continuar con su accidentado proyecto de explorar el Planeta Rojo, ExoMars 2020, y espera conseguir esos fondos, pero su director general advirtió este lunes que el programa puede ser anulado si falla el apoyo financiero de sus miembros.
La primera parte se concretó el 19 de octubre de 2016 con la puesta en órbita con éxito de la sonda rusoeuropea TGO (Trace Gas Orbiter).
Sin embargo, el módulo “Schiaparelli” que viajaba en la sonda no logró llegar a Marte con buen pie y la ESA sigue investigando las causas de que el aparato se estrellara.
El director general de la ESA, Jan Woerner, declaró este lunes a la prensa que va a proponer que “siga” la misión ExoMars 2020, ante una conferencia de delegados de los países que se celebrará el 21 y 22 de noviembre.
“Pero para eso, necesitamos dinero”, precisó.
Después Woerner defenderá el proyecto en la reunión ministerial de la ESA que se celebrará en diciembre Lucerna, en Suiza.
La ESA tenía un presupuesto de 1.500 millones de euros (1.700 millones de dólares) para la misión ExoMars, conjunta con Rusia. De esta partida, el fallido Schiaparelli costó 230 millones de euros.
“Espero que podamos convencer a los Estados miembros de que sigamos” el programa, dijo Woerner.
La misión “puede ser anulada, si los Estados miembros no están dispuestos a apoyar las partidas financieras o si deciden sin más renunciar al programa ya que encuentran problemas varios”.
“Esto me pondría muy triste. Yo todavía espero que podamos continuar”, dijo.