La Matemática, Una Disciplina Central Para Las Emociones Y El Aprendizaje, Según El Neurocientífico Dehaene

El matemático y científico francés Stanislas Dehaene, considerado el máximo exponente en neurociencia del lenguaje, llegó a Buenos Aires para presentar su libro “El cerebro matemático”, una obra que explica las operaciones que tienen lugar en la corteza parietal durante la elaboración de operaciones matemáticas y visibiliza la importancia de esta disciplina para los procesos emocionales y cognitivos.
Formado como matemático en la Ecole Normale Supérieure parisina y doctorado en psicologí­a cognitiva en el College de France, Dehaene es autor, entre otros libros y artí­culos cientí­ficos, de “El cerebro lector”, “La conciencia en el cerebro” y “El sentido del número”.
En “El cerebro matemático” (Siglo XXI Editores) el científico analiza el origen de los números, la influencia del lenguaje en el cálculo (fundamenta por ejemplo por qué los alumnos chinos tienen más éxito con las matemáticas que sus pares occidentales) y detecta la existencia de mecanismos similares entre algunas especies animales y los humanos para realizar algunos cálculos sencillos.
Dehaene, ganador (junto con Giacomo Rizzolatti y Trevor Robbins) del Nobel de las neurociencias -el Brain Prize- mantuvo una entrevista con Télam en la que explicó algunos de los hallazgos de su trabajo, que integra perspectivas históricas, genéticas, fisiológicas y cognitivas con el objetivo de dilucidar el fundamento de actividades como el razonamiento, la lectura y la relación con la matemática.
– Télam: ¿Qué transformaciones han mediado entre la publicación original del libro hace 15 años y su flamante lanzamiento en la Argentina?
– Stanislav Dehaene: Muchas de las cosas sobre las que especulaba en mis libros se están volviendo realidad gracias a los experimentos que permiten hoy las neurociencias. Por ejemplo, hoy se está verificando la idea de que hay regiones del cerebro que están dedicadas a la manipulación de números. Antes sólo era posible estudiar esto a través de herramientas más precarias como la resonancia magnética pero hoy disponemos de otros recursos que nos permiten constatar esta teoría.
En los últimos tiempos se han realizado un montón de experimentos en los que se comprueba la existencia de los mismos circuitos en humanos y animales. En ambas especies podemos encontrar neuronas independientes dedicadas a los números. Hoy se puede predecir qué numero puede pensar un sujeto a partir del análisis de su actividad neuronal.
– T: ¿En cuánto han contribuido las neurociencias a darle visibilidad a la matemática y a generar una mayor articulación con la vida cotidiana?
– S.D: La neurociencias son sólo un paso para entender como el cerebro procesa las operaciones matemáticas. Ahora tenemos una comprensión mejor cerca de cómo se relaciona con la matemática desde un niño pequeño hasta un científico. Ya a las 48 horas de nacida puede identificar cuantos sonidos se correlacionan con cuantas imágenes. Esta es la raíz de la matemática y se basa en la comprensión del espacio y el número que es absolutamente innata.
Los neurocientí­ficos van detrás de una de las aventuras intelectuales más importantes de los siglos XX y XXI. Pero como en todas las aventuras, hay engaños y falsificaciones, y uno tiene que tener cuidado sobre lo que circula en este campo. Se suele utilizar la imagen del cerebro para ofrecer explicaciones en cierta forma simplistas, aunque es cierto que uno analiza la profundidad de los circuitos cerebrales hoy puede avanzar mucho en el conocimiento de quiénes somos.
– T: ¿Qué regiones del cerebro intervienen cuando realizamos operaciones matemáticas y cómo inciden estas actividades sobre el aprendizaje y la toma de decisiones?
– En ambos hemisferios interviene el surco intraparietal bilateral. Estas áreas codifican la cantidad de números, mientras que otras áreas de descubrimiento más reciente que se ocupan del reconocimiento de los símbolos. Estas zonas crecen y se expanden en aquellas personas que se dedican a la matemática. Hoy se sabe que la matemática tiene dos componentes: uno simbólico y otro relacionado con la semántica, con el sentido de la identidad y el espacio.
Respecto del impacto de la matemática sobre el aprendizaje es importante que los niños adquieran mayores capacidades numéricas y con las letras para beneficiarse de las habilidades informáticas superiores. Vale aclarar que distintas investigaciones han demostrado que no es cierto que los niños sean mejores haciendo dos cosas a la vez. Hay limitaciones básicas del cerebro: el sistema global de la conciencia se limita a una operación por vez.
Otro aspecto importante es que a diferencia de lo que se cree a veces, todos los chicos empiezan siendo competentes para las matemáticas. Se los puede atraer mucho más a la matemática si se combina la enseñanza de la disciplina con las intuiciones que traen de manera innata.
Los matemáticos desarrollan a veces un concepto errado de la matemática: muchos tienen una visión platónica y creen que es una disciplina que está ahí afuera en el mundo exterior y que hay que salir a descubrirla. Esto llevó a anomalías en su enseñanza, como la que implica enseñar conocimiento formal antes de estimular las intuiciones de los chicos. La matemática, en cambio, es una construcción progresiva y en tanto hazaña humana tiene errores. Si se les mostrara esto a los chicos, se sentirían mucho más cómodos y menos frustrados en el proceso de aprendizaje.
– Las sociedades están cada vez más atravesadas por datos. Incluso un estudio reciente determinó que el 90 por ciento de la información que circula por internet fue producida en los últimos tres años ¿Qué mutaciones están teniendo lugar en el cerebro para hacer frente a ese cambio de paradigma por el cual hoy ya no se necesita más memorizar datos sino aprender a jerarquizarlos?
-Es mucho más importante que nunca ser capaces de ir al significado de las cosas y no quedarse en los símbolos. Vuelvo a la idea de enseñarles a los chicos a estimular sus intuiciones y a su vez estimular a nuestro cerebro a leer y relacionarnos con los gráficos. El espacio y los números están muy vinculados en el cerebro. Tenemos que sacar ventaja de esta relación.
El cerebro se va adaptando a las transformaciones. En los últimos dos mil años hemos ir agregando nuevas aplicaciones a la caja de herramientas de la matemática. Hoy los gráficos por computadora, los GPS y otros dispositivos similares estimulan nuestras habilidades cerebrales. Hemos tenido las mismas preocupaciones a lo largo de la historia. Ya en la Edad Media con la aparición de los números arábigos se produjeron múltiples debates acerca de si nos adaptaríamos a ese sistema o era mejor continuar con el ábaco. Eso nos demuestra que no debemos sentir pánico frente a los cambios porque a largo plazo nos benefician.