Está entre las frutas más consumidas por los argentinos, solo superada en la predilección de los paladares locales por la naranja. Es la mandarina, cuyo consumo anual per cápita en el país es de 6 kilos, según datos Federcitrus (Federación Argentina del Citrus). Según la misma fuente, tuvo un pico de 10 kilos per cápita en 2000 y un piso de 4 kilos per cápita en 2010.
La producción total de la Argentina es de 334.683 toneladas. El 55% se consume en fresco internamente; el 22% se industrializa, y el 23% restante se exporta en fresco.
El país exporta 88.000 toneladas por un valor de 73 millones de dólares. Los principales mercados de exportación son Rusia (54%), Reino Unido (7%), Indonesia (7%), Filipinas (7%) y Países Bajos (5%), entre otros.
La mandarina representa 17% de la producción citrícola del país (38% corresponde al limón; 35%, a la naranja, y 10%, al pomelo.
La Región del Noreste NEA, concentra el 35% de la producción citrícola Argentina, con el 87% de la producción nacional de mandarinas y el 64% de naranjas. En este espacio se encuentra el corredor citrícola del Río Uruguay que constituye el área neurálgica de la actividad cítrica regional, donde se sitúan las principales firmas exportadoras.
No obstante,esta producción no está exenta de problemas: la producción de mandarinas afronta una rentabilidad negativa, serios problemas de sobre stock que derrumba los precios internos y costos atados a la inflación.
Carlos Manzoni
