A siete meses de un feroz brote psicótico, Matías Alé (38) sufrió una recaída. En el mediodía del miércoles 29 de junio, patrulleros y ambulancias se acercaron hasta una casa en Acassuso en donde, temporariamente, estaba viviendo el actor junto con su hermano Elías. Y después de un confuso episodio que habría protagonizado el ex galán contra su compañero de sangre amenazándolo con un sable samurái, los especialistas en salud determinaron que había que trasladarlo al Sanatorio Finochietto. Horas después, quien iba a integrar la comedia Mr. Amor fue nuevamente internado en la Clínica Avril, en donde supo permanecer largos meses.
El diagnóstico incluyó una crisis en donde el artista habría asegurado “ser Dios” y quienes lo acompañaban “sus ángeles”. Incluso, hay quienes indican que le habría confesado a una de las personas que lo asistieron que había fumado un cigarrillo de marihuana.
Inmediatamente, Elena, su madre, regresó de un viaje a España, y se dirigió al recinto de salud mental. Así fue como conversó con psicólogos y psiquiatras del lugar que autorizaron su visita a partir del 2 de julio. Y el sábado, quien le dio la vida a Matu se hizo presente en la calle Humahuaca. Con el rostro inmerso en preocupación y un gesto casi de “rezo”, Elena compartió con su hijo todos los minutos que le permitieron.
A modo de vocera. “Matías está bien. Tuvo una descompensación. Yo lo había visto dos días antes de lo ocurrido, y lo vi perfecto. Si dejó de tomar la medicación no me consta. Yo no lo puedo controlar con un ‘¿Matías, tomaste la pastilla?’. ¡No es un nene! Eso era de chiquito. El decide por sí mismo. Si Matías dejó de tomar la medicación y tuvo una descompensación, se tendrá que hacer cargo absolutamente de su vida. Lo importante, reitero, es que los médicos me dijeron que está bien. Que esto es más leve que lo de la otra vez y que va a ser muchísimo menos tiempo de internación. Matías es grande, hace y decide por sí solo. Es una buena persona, un hombre solidario. Nuestra relación está excelente. Es un tipo que ama laburar, estar en contacto con los medios, y los médicos lo habían incentivado para que trabaje de nuevo”,remarcó.
Un día después, su ex esposa, María del Mar Cuello Molar, con quien estuvo casado tan sólo seis meses, dijo públicamente. “Matías tiene bipolaridad maníaca. Enterarme de su recaída hizo que todo me volviera a golpear. Los últimos días que me lo crucé no lo vi bien, pero lo que pasó me tomó por sorpresa. Se lo notaba con ganas de salir adelante”, contó la modelo. Y agregó respecto de la disparidad de posturas con la mamá de Alé: “Ella tuvo problemas con todas las novias de Matías. Al comienzo las quiere y después no”, apuntó la cordobesa.