La maestra que bajó 50 kilos a base de té verde

Cuando Donna Docherty pasó por el altar, en 2011, utilizó un vestido XXL y pesaba alrededor de 100 kilos. Cuatro años después, luce una figura muy diferente; gracias a un cambio radical en su dieta y a realizar una variedad de ejercicios, disminuyó su peso a menos de la mitad. Y su figura quedó estilizada.

Una de las claves fue abandonar las gaseosas cola, ya que tomaba una seis latas al día. En cambio, optó por bebidas sin azúcar y, en especial, el té verde, que se convirtió en su mejor aliado por los diferentes beneficios que genera.
La maestra, oriunda de Glasgow, en Escocia, comenzó a tener problemas de sobrepeso desde la adolescencia. “Cuando iba a la tienda, compraba comida chatarra para el almuerzo y de paso llevaba comida congelada para la cena”, explicó.
El día de su casamiento, en 2011
Al tener unos padres ausentes, no tuvo una educación alimenticia y así siguió por mucho tiempo: “Durante mis primeros 20 años, vivía entre comidas azucaradas y ‘para llevar’ todos los días. En ese momento no me importaba la forma en que estaba afectando a mi salud“.
Donna notó que era posible bajar de peso cuando luego de un gran esfuerzo pudo bajar un talle de ropa para el día de casamiento con Kevin Docherty, en 2011.
“A pesar de que era talla 50, me sentí un poco delgada en mi gran día porque el vestido me encajaba bien”, dijo al Daily Mail.
Así luce en la actualidad
Donna, quien tiene una hija de siete años de edad, Caoimhe, había “intentado perder peso”, pero entendió que estaba rodeada de carbohidratos y alimentos azucarados y que así no podría lograrlo.
ENTONCES, FUE HASTA LA ALACENA Y TIRÓ TODA LA COMIDA CHATARRA Y LOS DULCES.
“Sabía que si iba a buscar un cambio verdadero no debía hacer la clásica promesa de Año Nuevo y debía comenzar en seguida”.
Además, luego de que su padre fue diagnosticado de diabetes, conoció de manera directa todos los peligros del azúcar. A partir de 2014, comenzó a trabajar con un entrenador personal, realizando cinco sesiones a la semana en el gimnasio.
“Empecé a hacer ejercicio cardiovascular intenso, así como otros con mi peso corporal. En un año había bajado más de 40 kilos y no podía creer lo bien que me veía y sentía”.