Un juez del Tribunal Superior de Justicia (STJ) negó este martes el “habeas corpus” preventivo presentado por la defensa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para evitar que la condena a 12 años y un mes de prisión sea ejecutada de forma anticipada.
La octava sala del Tribunal Regional Federal de Porto Alegre, que el 24 de enero condenó a Lula en segunda instancia, había determinado que la pena de prisión sea ejecutada una vez los recursos sean analizados por dicha corte.
No obstante, la defensa de Lula presentó el hábeas corpus para evitar que Lula pueda ir preso antes de que los recursos sean revisados por tribunales superiores, como el Tribunal Superior de Justicia y el Tribunal Supremo Federal (STF), pero la medida fue rechazada por el magistrado.
La defensa del ex mandatario señaló que usará los medios jurídicos necesarios para que “prevalezcan las garantías fundamentales de Lula”, quien, a su juicio, “no puede ser privado de su libertad con base a una condena que le atribuye práctica de ilícitos que jamás cometió”.
Una decisión cautelar adoptada en 2016 por la Corte Suprema determinó que una pena dictada por un tribunal de segunda instancia puede comenzar a ser ejecutada una vez que se agoten los recursos en esa misma fase del proceso.
Hasta hoy, el Supremo no le ha dado un carácter definitivo a esa cautelar y algunas fuentes judiciales llegaron a admitir que podría volverse a examinar otra vez en las próximas semanas a fin de despejar el panorama jurídico antes de que se decida sobre un eventual encarcelamiento de Lula (2003-2010).
No obstante, la presidenta del Supremo, Carmen Lucia Antunes, despejó algunas dudas y dijo hoy que la máxima corte “no tiene una previsión de agenda para eso”.
“En primer lugar, el Supremo no se somete a personas para hacer la agenda. En segundo lugar, la cuestión fue decidida en 2016 y no hay perspectiva de volver a ese asunto”, resaltó Antunes, en una entrevista al canal Globonews.
Además de un eventual pedido de prisión, Lula, quien ha expresado su deseo de ser candidato, se encuentra a un paso de la inhabilitación política, lo que también podría frenar sus aspiraciones de cara a las elecciones del próximo octubre.
Sin embargo, el Partido de los Trabajadores (PT) ha cerrado filas en torno a su histórico líder y la semana pasada, tan sólo un día después de la condena, lanzó oficialmente su precandidatura.