La ISS estará lista para el turismo espacial gracias a su nuevo “parking”

El viaje espacial comercial está casi a punto. Aunque todavía quedan unos años para disfrutar de él, la ISS se está poniendo a punto para un posible futuro comercial en el espacio.

Hasta la fecha los viajes espaciales han sido protagonizados por astronautas especializados, auténticos héroes con años de entrenamiento y experiencia para poder sobrevivir a las duras condiciones del espacio. Pero con los tiempos que están por venir, cada vez son más las oportunidades de alcanzar el viaje espacial comercial. Sí, en un futuro no muy lejano probablemente (y si tenemos el dinero suficiente) podamos subir a una estación como la ISS a pasar unos días de “vacaciones”. Por ello, la propia Estación Espacial Internacional está adaptándose a los nuevos tiempos. Y es que hace falta renovarse si no se quiere morir. En breve comenzará la instalación de un nuevo “parking”, un dispositivo que permitirá la recepción de los vehículos de transporte, auténticos taxis espaciales, de nueva generación.

El siguiente paseo espacial

Estación Espacial

Kate Rubins y Jeff Williams preparándose para el EVA. Fuente: NASA

Los paseos espaciales, conocidos también como “EVAs” (Extravehicular Activity), son actividades que se pueden contar con los dedos de una mano. Bueno, no tanto, pero no son un proceso habitual ya que son complicados y peligrosos. Pero necesarios. Por ejemplo cuando hay que realizar tareas de mantenimiento o la instalación de equipo en la ISS. Precisamente esto último es lo que va a ocurrir en breve. Los astronautas Jeff Williams y Kate Rubins saldrán al frío espacio para instalar el nuevo adaptador de atraque en unas horas. Mientras que Williams es un veterano y avezado astronauta, con varias salidas a su espalda, Rubins paseará por primera vez en el espacio. La instalación no debería llevar más que algunas horas. Pero sus consecuencias podrían abrir, como dicen los astronautas, un “metafórico portal hacia el futuro”.

El nuevo “parking” del la ISS

El pasado 20 de julio, a bordo de una capsula Dragon, de SpaceX, llegaba el equipo necesario para instalar el nuevo sistema de atraque. Este supone una ampliación del anillo que aumentaría el diámetro y añade una buena cantidad de sensores al anillo de acople. Con dichos sensores y tecnología, las nuevas naves tales como la Dragon Crew de SpaceX y la CST-100 Starliner de Boeing podrán atracar. Pero no son las únicas, este adaptador es el primer ejemplo de sistema de acople estándar para todas las naves de nueva generación. Con él, cualquier nave diseñada a partir de este momento podrá atracar en la estación sin problemas de medidas u otras cuestiones. La estandarización es una medida necesaria para promover una cooperación global entre agencias y empresas dedicadas a los viajes espaciales.

Dragon CRS-5 0

Fuente: Anton Shkaplerov

El nuevo sistema permitirá el acople automático de las modernas naves, sin que un astronauta necesite asistir los giros y maniobras necesarias para la unión de ambas. Esta mejora podrá hacer realidad algunas de las fantasías más propias de la ciencia ficción, por el momento, que de la realidad. Y es que las maniobras de atraque, aunque seguras y sencillas, no dejan de tener su complejidad y ser muy delicadas. Con esta operación resuelta, se facilita mucho más el proceso de adaptación a las necesidades comerciales y a cualquier tipo de nave del mundo.

El futuro comercial espacial

Varias agencias espaciales, junto a empresas del sector privado diversas están trabajando en el apartado comercial del futuro espacial. La carrera hacia el espacio es costosa y compleja. Necesita de abundantes recursos y atención por parte de la sociedad. Por eso, parece inevitable aportarle un aspecto comercial con el que ayudar a impulsar su desarrollo. Y, además, ¿quién no querría visitar el espacio al menos una vez? ElCommercial Crew Program de la NASA, por ejemplo, es programa avanzado que busca el acceso barato y seguro desde la tierra a la órbita baja terrestre: la puerta hacia el espacio. El proceso de adaptación comercial es verdaderamente complejo. Todo ha de contemplarse con un detalle exquisito. Desde el apartado técnico (el más visible), hasta el legal, pasando por el de la comodidad, el logístico, el de seguridad… Si hay una cosa que sabemos sobre astronomía es que mandar un astronauta al espacio no es fácil. Pero ya podemos ver los primeros pasos para facilitar esta tarea.

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Las nuevas naves (todavía en proceso de desarrollo), Dragon Crew y CST-100 Starliner son buenos ejemplos. La Dragon Crew centra su atención no solo en la practicidad sino también en el aspecto lúdico. Por ejemplo, incorpora varias ventanas para poder observar el exterior y su diseño se centra en la comodidad (además de la seguridad, claro). CST-100 Starliner también explora el aspecto comercial del transporte espacial, pudiendo llevar hasta siete pasajeros y siendo compatible con casi cualquier nueva estación espacial. Otros proyectos, como la estación espacial Bigelow (Bigelow Commercial Space Station) están siendo desarrollados para poder ofrecer alternativas comerciales a los potenciales turistas espaciales. La Orbital Technologies Commercial Space Station de RSC Energia también tiene la intención de ofrecer una solución comercial en un futuro. Y no hablamos de ideas de ciencia ficción. Son proyectos que están desarrollándose en este mismo momento, evolucionando y creciendo. Y es que, lo queramos o no, la carrera espacial ha pasado a una nueva fase. Una fase más lúdica y turística. Una nueva visión que nos permitirá viajar al espacio a todos.